Por: Armando Caicedo

El latín me cae gordo. Pero para ilustrar esta columna no tengo otro recurso que usar esa lengua muerta:

“Errare humanum est”.

Traducido al “spanglish” significa: “Errar es humano”.

Esa frase es de Séneca.

(Para evitar errores, aclaro: Séneca no es una estrella de la selección de fútbol del Brasil)

Séneca fue un filósofo romano, muy ilustrado e inteligente –lo que en “latín-mexicano” sería “un güey muy trucha”- que cometió el error de ser maestro y consejero del emperador Nerón. Como todo error se paga. Séneca terminó suicidándose, por gentil insinuación que le hiciera su propio pupilo, Nerón.

¿Lo ves? Es muy fácil pasar del reino del error, al reino del terror.

Va otro ejemplo de error, dos mil años más reciente:

Le sucedió a Andre Hall.

(No cometas el error de confundir a Andre Hall, de 29 años, que es un conocido jugador de football americano, con Andre Hall, un modesto trabajador de 40 años, que vive en Pennsylvania)

Andre Hall (el de 40 años) arribó un sábado a su residencia en Pittsburgh, y descubrió que su casa estaba convertida en un lote.

La compañía de demoliciones, que trabaja para la ciudad de Pittsburgh, cometió un pequeño error. Debía demoler una casa y se equivocó de dirección.

Las autoridades aclararon su posición: “La culpa no es de la ciudad, sino del contratista”. A partir de ese momento, el ciudadano Andre Hall, salió del reino del error, e ingresó al reino del terror.

El tipo quedó condenado a vivir con su novia y sus dos hijos en un pequeño apartamento de renta, mientras la “cadena de errores” se pone de acuerdo, sobre lo qué deben decir… para “no responder” por sus errores.

Conozco a un paisano, que trabaja como un dromedario -naturalmente indocumentado- y que ajusta un mes quejándose de un agudo dolor de muela.

  • Hola carnal, ¿por qué no vas al dentista?

  • Ya fui, pero ahora me duele el doble.

  • ¿El doble?

  • Sí. El dentista me sacó la muela que no era.

(Como al dentista no le duele, mi paisano pasó del reino del error, al reino del terror)

Similar situación la padecen millones de familias consumidas en líos hipotecarios, que ya transitaron, del error, al terror.

  • Cometieron el error de dejarse tentar por el sueño de tener casa propia.

  • Cayeron en el error de dejarse engañar por los bancos, que les lanzaron el anzuelo de préstamos súper fáciles… pero -a los 24 meses- ya estaban consumidos hasta las anginas en el reino del terror, sometidos a nuevos intereses de usura, que no es más que una condena a cadena perpetua, en la que deben trabajar como esclavos, al servicio de la ambición de esas instituciones financieras.

  • Volvieron a caer en otro grave error. Confiaron que el gobierno pondría freno a los abusos. La única intervención del estado fue darles más dinero a esos bancos abusivos, para salvarlos del caos que sus directivos crearon, para su propio beneficio.

Ahora esos millones de ciudadanos viven el reino del terror: sin casa, sin trabajo, en quiebra, llenos de deudas y sin esperanza de redención.

La frase completa de Séneca dice: “Errare humanum est. Perseverare diabolicum”.

Que significa:

“Errar es humano. Insistir en el mismo error, diabólico”.

La traducción moderna puede ser:

“Berrear es de humanos. Lamentarse… de idiotas”.

VERBATIM

Diccionario de Expresiones Mexicanas:

COYOTE:

Es el intermediario en toda clase de transacciones y traficante en comisiones, cambios, descuentos, etc., que trabaja ordinariamente en la calle y de oportunidad.

BANQUERO:

(No confundir con “coyote”)