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Miami- Un jurado de Orlando declaró hoy no culpable de homicidio en primer grado a una mujer del estado de Florida por la muerte de su hija de dos años, Caylee, en un caso que ha conmocionado a la opinión pública de Estados Unidos.

Casey Anthony, de 25 años, había sido acusada de asesinato, entre otros delitos, por la muerte de su hija Caylee Marie Anthony, cuya osamenta fue encontrada en 2008 en una zona boscosa a pocos metros de la casa de la mujer, tras seis meses de búsqueda.

El jurado halló no culpable a la acusada de otros dos cargos: homicidio sin premeditación agravado de un menor y abuso infantil agravado; mientras que la declaró culpable de varios cargos menores relacionados con suministrar falsa información a agentes policiales.

Los fiscales arguyeron en los argumentos finales del juicio que Anthony asesinó a su hija colocando cinta adhesiva en la boca de la niña, porque suponía un estorbo para la vida de fiestas que quería tener y para su relación amorosa.

Sin embargo, la defensa de la acusada aseguró que la menor se ahogó en la piscina de la familia.

La Fiscalía mencionó como una de las pruebas en el juicio el olor a cadáver que supuestamente emanaba del automóvil de Anthony, una prueba que la defensa trató en vano de excluir del proceso arguyendo que los análisis forenses realizados se basaron en experimentos nunca antes utilizados en un tribunal de Estrados Unidos.

El juicio, que se ha celebrado en un tribunal estatal de Orlando, en el centro de Florida, durante 33 días, ha acaparado una gran atención mediática, con más de seiscientos periodistas de Estados Unidos acreditados para seguirlo y constantes retransmisiones en directo.

EFE