Hace poco volví a ver por TV una película cuya protagonista se mete en unos líos asombrosos precisamente porque no quiere meterse en líos. La heroína de esta cinta se queda callada ante una situación problemática y, en vez de resolver el conflicto con su silencio, consigue todo lo contrario y causa que una pequeña molestia se convierta en un “problemón”.

Esto está bien para una película donde la acción se vuelve más entretenida mientras más se complica, pero no para nuestro diario vivir. Y es como una ley infalible: cada vez que —por temor a empeorar las cosas— permites que una situación desagradable continúe, el conflicto se agranda y acabas atrapado en él como uno de los protagonistas.

Un ejemplo dramático de esto, el caso de un hogar donde alguien toma drogas o es adicto al alcohol… pero nadie lo confronta, con la esperanza de que el problema se desaparecerá solito. ¡que locura!

También sucede en una situación más cotidiana, cuando tu mejor amiga tiene la costumbre de no pagar jamás lo que debe pero no le dices nada por miedo a ofenderla o provocar una situación tensa. O tal vez en tu trabajo te callas la boca y no dices lo que debieras porque piensas temeroso: “si me quejo…me van a botar”

No plantear un problema para evitar conflictos mayores, en vez de reducir la tensión, ¡la aumenta y provoca más resentimiento! Por ejemplo: la adicción de un pariente llegará a destruir la familia, la amiga aguantona resentirá cada vez más a la “malapaga” y se acabará la amistad, y posiblemente en el trabajo quien no dijo lo que debía, acabará pagando parte de los platos rotos.Es decir, el problema se convierte en un enorme elefante invisible que camina por tu casa sin que le hagas caso, pero rompiéndolo todo a su paso.

La principal razón por la que muchos evitan un conflicto es porque no creen tener la habilidad de expresarse correctamente y asumen: “esto va a crear una gran pelea, y después de todo no voy a resolver nada”

Nunca asumas que otro no está dispuesta a escuchar tu opinión. Cuando expones el problema le das a la persona no sólo la oportunidad de ver algo de lo que tal vez ni se daba cuenta, sino también puede demostrar que está abierta a sugerencias. Lo mejor de expresarte es que te llenas de autoconfianza respecto a tu capacidad de cambiar y mejorar tu vida. No le temas a un desacuerdo, Como dijo el autor Max Lucado: “Los conflictos son inevitables, los batallas son opcionales”.Confía en tu habilidad de resolver conflictos¡y veras que rápidolos resuelves!

Para masconsejosvisita: www.MariaMarin.com .