Horacio Rentería

Horacio.renteria@ellatino.net

CHULA VISTA.- Muchos pensarían que Martin Villaseñor “tiene muy buena mano” para lograr que perduren los matrimonios que él ha tocado legalizar pero la explicación real es muy diferente y simple.

Con más de 25 años de experiencia está consciente de que lo único que puede sustentar a una pareja dentro de un matrimonio sólido y firme, son los valores familiares positivos y buenos hábitos heredados de sus padres y sus abuelos.

En un tiempo en el que los divorcios entre las parejas se han disparado precisamente por la falta de conocimiento de lo que esta institución social del matrimonio significa, así como las implicaciones y responsabilidades adquiridas por sus contrayentes, la experiencia de Villaseñor podría equipararse a la bendición que para un sediento representa encontrar un oasis en el desierto.

En esas dos décadas y medio el fundador de Devillaseñor Services ha vivido muchas anécdotas pero sobre todo ha tenido la satisfacción de casar a parejas de casi todo el mundo, con una gran diversidad cultural que va de los latinos y angloamericanos, hasta nativos de naciones de Medio Oriente (de Irak, Iran o Turquía), hasta filipinos, chinos o hindúes, sólo por citar algunos.

Martin Villaseñor afirmó que la sociedad a nivel mundial ha tenido notables cambios, y estos patrones sociales, explicó, desde luego que han trastocado en nuestros días las tradiciones y lo que en el pasado fuera la sólida cultura familiar, y eso explica en mucho el aumento de los divorcios y la vulnerabilidad del matrimonio entre muchos jóvenes.

Sin embargo como un interesante contraste, abundó, sin contar con estadísticas precisas, está convencido que 8 de cada 10 matrimonios que le ha tocado legalizar se mantienen.

Y es que a diferencia de los escritorios fríos donde un juez se concreta a preguntar a la pareja si acepta el matrimonio o no y luego lo oficializa con las firmas de los testigos, se deja de lado, dijo, lo más importante: llevar un mensaje sobre lo que el matrimonio implica, que lo principal es que debe existir un 100% de comunicación entre la pareja, y lo que implica renovar los lazos matrimoniales.

Si esta indispensable comunicación no se da entre los contrayentes es como ‘un chispazo’ que puede acabar en 2 o 3 meses, o quizás en unos 3 años, pero donde no existe una verdadera conciencia de su significado e implicación, insistió Villaseñor.

Con satisfacción recordó que una mujer quien ya tiene 95 años de edad, le llevó a una sobrina) para que la casara, y le dijo emocionada que si fuera joven y se volviera a casar acudiría para que él sellara la legalidad del matrimonio.

Y es que además de ser un notario público titulado, Villaseñor es uno entre una decena de profesionales certificados por el Condado de San Diego para cumplir con esta encomienda, que se autoriza sólo a personal capacitado y con alto sentido de responsabilidad y honestidad.

Esta estricta supervisión debido a que hay muchos fraudes en matrimonios con los que se busca engañar al servicio de inmigración en trámites de ciudadanía.

Martin Villaseñor invitó finalmente a las familias latinas a que le llame al (619) 425-5221, o acuda personalmente a la oficina en 1185 Third Avenue en la ciudad de Chula Vista, y compruebe la importancia de consolidar un matrimonio en un marco cultura y de valores propios de la comunidad de la que forma parte.