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Para la mayoría de los hogares existe una manera sencilla de convertirlos en un hábitat más saludable para la familia y a la vez, más respetuoso con el medio ambiente. Las viviendas amigables con el entorno y la naturaleza son denominadas por su equivalente en ingles: “eco-friendly”.
También llamados “nature friendly” o simplemente “green” por la relación entre el color verde y la naturaleza, toda ley, producto o servicio que no afecte o dañe al medio ambiente se puede considerar eco-friendly, y esto también se aplica a las casas.
Si no contamos con los materiales básicos que los permita identificar como vivienda sustentable o bioconstrucción, de todos modos podemos realizar mejoras para que sea más amigable con el medio ambiente:
• Utilizar un kit para el estudio del aire interior de la casa, ya que muchas veces puede estar más contaminado que el mismo aire del exterior, debido a la humedad proveniente de la cocina, el moho, el polvo de muebles y alfombras, además de algunos elementos usados en la construcción de la casa.
• Reemplazar las bombillas incandescentes tradcionales por unas fluorescentes que sean más eficientes energéticamente. Cambiar también los calentadores (“boilers”) típicos de agua caliente por unos solares.
• Sustituir cabezales de ducha e inodoros por alternativas de flujo de presión baja para ahorrar en la factura del agua, a la vez que aprovechar el agua de lluvia para, por ejemplo, regar zonas verdes.