El equipo que los Broncos tendrán de rival en el partido de la ronda divisional de la Conferencia Americana (AFC) con el mariscal de campo estelar Tom Brady al frente después que venciesen el pasado domingo, en el tiempo extra, por 29-23 a los Steelers de Pittsburgh.
La victoria sorpresa de los Broncos se debió en parte a los graves errores defensivos cometidos por los Steelers, que habían llegado al partido como los grandes favoritos, como a varios aciertos poco comunes que tuvo Tebow, uno de ellos al dar el pase decisivo de 80 yardas con sólo 11 segundos disputados del alargue.
De inmediato, el ángulo religioso volvió a acompañar la jugada y del rendimiento que Tebow tuvo en el campo y que fue visto por más de 40 millones de telespectadores, un índice de audiencia que batió marcas para un partido de comodín de la NFL.
El propio Tebow hizo que el fervor religioso se incrementase cuando a diferencia del resto de los jugadores de su equipo que comenzaron la celebración con todo tipo de gestos de euforia, él se arrodilló para rezar.
Los puristas y expertos del deporte y de la NFL consideran que su «manera» de ganar pronto se derrumbará, porque no tiene la calidad suficiente como profesional para hacer los Broncos un equipo campeón, más allá de los cuatro triunfos que esta temporada llevan ganados en los partidos que se han ido a tiempo extra.
La mayoría de esos triunfos para los que utilizan el elemento religioso, que caracteriza a Tebow por sus creencias, consideran que pueden enmarcarse como «milagro», mientras que los expertos, simplemente, se decantan por entender que han sido una combinación perfecta de suerte, oportunidad y algunas buenas jugadas.
Lo que está claro es que el «fenómeno» Tebow no deja a nadie indiferente dentro de la actualidad deportiva en Estados Unidos y a otros niveles de la sociedad, donde se ha abierto el debate sobre su figura, creencias y comportamiento en el campo de juego.
Sin embargo, hay cierta unanimidad en el hecho que la mezcla rara de lanzamientos poco comunes y devoción religiosa en el deporte más popular del país ha convertido a Tebow, un ‘quarterback’ cristiano de 24 años, que usa el juego para llevar su mensaje de fe más allá del campo, en el nuevo líder indiscutible de los Broncos.
«Simplemente estoy muy agradecido por la plataforma que me ha dado Dios y la oportunidad de ser mariscal de los Broncos de Denver. Qué gran organización», declaró Tebow tras su última actuación triunfal que tuvo con el equipo.
Mientras que los seguidores religiosos que ya tiene Tebow se dieron cuenta que lanzó para 316 yardas en el partido y logró un récord de la fase final de la NFL con un promedio de 31,6 yardas por pase completo.
La marca coincide con la del pasaje bíblico de Juan 3:16, uno de los más citados por los cristianos y que Tebow solía escribir los números en la pintura negra que usaba en el rostro cuando jugaba en la Universidad de Florida.
Expertos como Clifford Putney, autor de un libro que escribió para analizar el cristianismo en los deportes en Estados Unidos entre 1880 y 1920, considera que la única novedad que aporta Tebow es que «quizás» se muestra su devoción de una forma más genuina.
Además ha hecho que se abra el debate las percepciones sobre los atletas y su religión, una relación que hasta ahora se consideraba casi con desdén.
Tebow y sus cinco remontadas en el último periodo y cuatro triunfos en tiempo extra obligan a repensar las menciones a Dios en las declaraciones después de los partidos.
Pero sobre todo, los éxitos más recientes de Tebow, que ya era seguido desde que ganó el trofeo Heisman y dos títulos nacionales universitarios, le han permitido popularizar el gesto de apoyar una rodilla en el suelo, un codo en la otra y la cabeza en ese puño cuando realiza una buena jugada.
La acción es conocida como ‘Tebowing’ –‘bowing’ significa «haciendo una reverencia»– y ya tiene una página de internet con imágenes de gente que la repite a través de todos los lugares del mundo.
Mientras, su estilo de juego tampoco pasa indiferente y ya se ha convertido en un auténtico dilema, dado que los expertos lo critican con argumentos de que realmente no sigue para nada los fundamentos del fútbol americano para un mariscal de campo.
Por eso todos coinciden en señalar que el duelo Tebow contra Brady podrá despejar todas las interrogantes que hay establecidas sobre un mariscal de campo que ha logrado ser hasta ahora el más difícil de analizar ante uno de los mejores de todos los tiempos.