San Diego (California), 23 ene (EFE).- La Unión de Libertades Civiles de EE.UU. (ACLU) en San Diego aplaudió hoy una decisión judicial que reconoce el derecho a una audiencia justa y protección contra detenciones injustificadas de inmigrantes detenidos en la frontera.
Este grupo de inmigrantes, conocidos como «extranjeros recién llegados», es extenso e incluye a todas aquellas personas detenidas en la frontera, incluso quienes buscan asilo, de acuerdo con ACLU.
Ā«Bajo el fallo de la corte, quienes piden asilo que huyen de persecución y tortura en sus paĆses de origen pueden finalmente recibir una audiencia justa para determinar si su detención sirve algĆŗn propósito. Ha sido demasiado tiempo que el gobierno ha podido reservarse esta protección mĆnima para aquellos que la necesitan mĆ”sĀ», dijo a Efe Sean Riordan, abogado de la ACLU San Diego.
La fallo de la corte de distrito sur de California prohĆbe al Departamento de Seguridad Nacional (DHS), del que depende Inmigración, detener a un inmigrante por tiempo prolongado sin probar que la detención estĆ” justificada en una audiencia personalizada.
El caso se inició cuando ACLU presentó una petición de habeas corpus a favor del salvadoreƱo Glorismel Centeno Ortiz en agosto de 2011, luego de que Ć©ste hubiese pasado detenido tres aƱos sin una audiencia, justificando esa decisión al clasificarlo como Ā«extranjero reciĆ©n llegadoĀ», categorĆa aplicada incluso a individuos que han vivido en EE.UU. por dĆ©cadas pero sin estatus legal.
Centeno, quien busca asilo y ha vivido en EE.UU. desde que tenĆa 11 aƱos, fue puesto en libertad poco despuĆ©s de la petición de habeas corpus, tras de lo cual el gobierno alegó en cortes la invalidez de esa petición.
Sin embargo, el fallo de la juez Irma GonzÔlez rechazó la postura del gobierno de que aquellos extranjeros que recién arriban pueden ser detenidos sin una audiencia personalizada.
Centeno llegó a Los Ćngeles con su madre, quien huĆa de la violencia de la guerra civil salvadoreƱa, en la cual su hermano fue asesinado por las guerrillas, indicó la ACLU.
Cuando era adolescente, Centeno se vio involucrado con pandillas y fue deportado a El Salvador pese a que su petición de asilo estaba pendiente, tras lo cual regresó a EE.UU. temiendo por su vida, y una vez en Los Ćngeles comenzó a trabajar para ayudar a jóvenes a que dejen las pandillas a travĆ©s de la organización Ā«Homies UnidosĀ».
En 2007, Centeno fue a Tijuana con sus amigos, y cuando regresó a la frontera fue arrestado y le presentaron cargos por entrada ilegal luego de su deportación, los cuales fueron retirados en 2008, pese a lo cual permaneció detenido hasta su liberación en septiembre pasado, indicó ACLU.