Raúl Carranza Jr. y su hermano Pablo (Carranza) padecen distrofia muscular, una enfermedad con secuelas irreversibles y terminal. Pero ahora la familia Gutiérrez la que resiente el dolor por el recorte de los enfermeros y el costo de los medicamentos hasta en un 40 por ciento por parte del gobierno del estado de California.
Ahora que el gobernador Jerry Brown ha confirmado que continuarán los recortes, su padre, Raúl Carranza (padre) dijo durante una manifestación efectuada en el edificio del estado en el centro de San Diego, que “es terrible que el gobierno no se sensibilice y decida cortar a este sector de salud, cuando no lo hace en otros”.
Poco antes de que diera inicio una manifestación frente al edificio del estado de California en la calle Front y B, en el centro de San Diego, Carranza dijo que sólo la familia sabe lo difícil y duro que ha sido el cuidado de sus hijos, y sin más explicación, el gobierno decide continuar recortando estos servicios.
Raúl Carranza Jr. fue el primero en perder servicios de salud al haber rebasado los 21 años (actualmente tiene 22), como si la edad fuera un motivo justificado para el recorte, dijo triste pero inquisitivo, el padre de los dos muchachos.
Destacó que pese a su enfermedad –y la atención mayor a la normal que requieren- sus hijos no han dejado de estudiar, de ir a la universidad, manifestando su gran inteligencia, pero desgraciadamente afectados en sus movimientos o área motriz.
Entre los manifestantes se encontraban dos enfermeros dedicados al cuidado de Raúl y Pablo Carranza, los padres de ambos, miembros de la unión local de SEIU 212, y personas mayores afectadas por los recortes, entre otros.
Ahí se destacó que “en el curso de los eultimos tres años el estado de California ha aprobado aproximadamente $15 billones de recortes a los servicios de salud y de cuidados sociales, poniendo en riesgo la vida de quienes no pueden acceder a los servicios de salud por si mismos”.
También se advirtió que “estos recortes han generado tremendas penuries a los adultos mayores (seniors), familias de bajos ingresos, niños y personas con discapacidades, así como en el costo de miles de empleos debido a los cortes de los servicios de soporte familiar (Home Supportive Services (HISS) y Medical.
Se recordó que la distrofia muscular que padecen Raúl y Pablo es una enfermedad progresiva, sin cura, que les impide caminar, mover sus brazos, y respirar y comer por si mismos. “Debido a que ésto requiere un cuidado permanente (con reloj) por parte de las/los enfermeros, este cuidado ha sido negado debido a que Medi-Cal cortó este servicio”.
Y concluyen: “las peligrosas consecuencias de estos recortes será que muchos pacientes (como los hermanos Carranza), son arrancados de sus casas con sus seres queridos, por instituciones y hospitales estatales inhumanos”.