SAN DIEGO.- Alejandra Salgado es una madre que requiere urgentemente del apoyo de la comunidad.
No importa si no puede dar más de una peseta o un dólar. Su médico ha advertido que se han encendido las luces rojas y a partir de esta semana tendrá que recibir las primeras quimioterapias, que le costarán 300 dólares semanales.
Esta valiente mujer, que fue entrevistada por El Latino el 21 de noviembre del año pasado, ha perdido 35 libras en menos de 3 meses, a consecuencia del cáncer de páncreas.
Pero ni las frecuentes náuseas y su falta de apetito le hacen perder su fe, que descansa en el amor a sus tres pequeñas niñas: Kasandra, Esther y Fátima, de 4, 3 y 1 años respectivamente. Ellas son la principal razón por la que esta joven madre se aferra a la vida.
Alejandra señaló que con dificultad, y gracias al apoyo recibido por la promotora social Ana García, pudo pagar la primera quimioterapia.
Entrevistada vía telefónica recordó que en año nuevo tuvo que ser internada de emergencia en un hospital de Chula Vista debido a las náuseas, vómitos y escalofríos que sufrió. “Fue tremendo y realmente llegué a pensar que ahora si me voy. Gracias a Dios no ocurrió y aquí estoy”, dijo esta mujer de espíritu imbatible.
El pronóstico médico ahora es muy severo: la esperanza de vida que le da su médico es sólo de cuatro meses.
Sin embargo, la fe inquebrantable de Alejandra, la comparten no sólo su familia y a quien califica como su inseparable ángel guardián, la promotora Ana María García, sino decenas de compañeras y compañeros de culto en la Iglesia de San Judas Tadeo, quienes rezan cada semana porque ocurra un milagro y la joven madre se recupere.
Agradecida, la entrevistada dijo que no sólo creyentes católicas sino de otras congregaciones religiosas como Mormones y Testigos de Jehová, entre otras más, la han apoyado en sus oraciones.
La fuerza que Alejandra, una mujer que fue víctima del alcoholismo de su exesposo que finalmente la abandonó junto a sus tres hijas, ha sido excepcional, pues ha asimilado con admirable valentía la enfermedad para que sus hijas no sufran y no se depriman frente a la dura realidad por la que atraviesa su madre.
Cabe recordar que Alejandra se lamenta de que el cáncer de páncreas no hubiera sido detectado cuando el 4 de julio del año pasado cuando fue llevada de emergencia a un conocido hospital público de Nacional City, pues transcurrió un mes, un tiempo valiosísimo en estas circunstancias, en el cual el padecimiento avanzo en forma dramática.
Ya con intensos dolores, el 28 de agosto fue internada en el hospital de UCSD en Hillcrest, de la Jolla, donde luego de que el médico Paul P. Fanta, profesor asistente clínico y especialista en medicina gastrointestinal-oncológica confirmara que tenía una piedra en la vesícula. Pero también observó el galeno la presencia de una pequeña en el páncreas, y los posteriores estudios confirmarían el inicio del cáncer, en su etapa de detección temprana.
Alejandra, quien llegó hace 15 años de su natal comunidad de Argelia, estado de Guerrero, México, y que se ha dedicado a trabajar en limpieza de casas para sacar adelante a sus amadas hijas, está consciente que para el páncreas no hay posibilidad de transplante ni de intervención quirúrgica.
Y con humildad pero con convicción suplica a los sandieguinos que toquen su corazón, se pongan un momento en su lugar, y le ayuden en este momento de vital necesidad.
Recordó que le pueden llamar a su casa al (619) 735-5577 o a Ana María al (619) 419-5158, una llamada y la fe puede cambiar la vida de seres humanos como Alejandra y sus pequeñas hijas, que esperan un milagro.
Horacio Rentería
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