Los perfumes, combinaciones de notas florales, especias o frutas, hoy se expresan en clave personal y se confeccionan a la medida.

Madrid, España.- Un perfume no solo debe oler bien, sino que su composición olfativa debe tener carácter, personalidad y un lenguaje propio que le permita diferenciarse del resto, al mimo tiempo que otorgue a la mujer un sello personal y redondee su «look».

Pero, las fragancias son como el amor, no hay un único en la vida. Precisamente por eso, hablan muchos lenguajes para satisfacer los deseos y las exigencias de la mujer. «El perfume es una obra de arte que pertenece al patrimonio de la intimidad», explica el nariz Francis Kurkdjian, creador de los aromas de «le Parfum», de Elie Saab y «Le Male», de Jean Paul Gaultier.

Ahora los perfumes son auténticas sinfonías que replican las tendencias, además de empeñarse en vestir a la mujer de acorde con su personalidad, aunque hay fragancias que nacen con el motivo de complacer a su creador. «Mi mayor inspiración para crear «Stella» ha sido dar vida a un aroma que me encantaría llevar a mi misma», dice Stella McCartney.

Elegir un perfume es un acto muy personal, una ceremonia que requiere tiempo y un buen estado de ánimo, tanto es así que muchos perfumistas se han lanzado a crear talleres donde elaboran fragancias personalizadas que encierran en sí mismas el carácter y la personalidad de la persona. La experta en perfumes Ana Corsini, con sede en Madrid, elabora fragancias a partir de 250 euros.

UNO PARA CADA MUJER

Con evocadoras historias, aromas frutales, cítricos o amanerados y presentados en cristales «vintage» o en envases de diseño, los perfumes hablan de ti y, por suerte, existe uno para cada mujer. El olor de una mujer es muy importante y no es lo mismo un aroma para una sofisticada que para otra de espíritu libre.

Para las más jovencitas surgen las fragancias frescas, suaves y joviales como «Super G», de Harajuku Lover, compuesta a base de frambuesa, piña amarilla y freesia. Así como el «Eau de Toilette Ralph», confeccionada con hojas de manzano verde, mandarina italiana, magnolia e iris blanco, una sinfonía que apuesta por la vitalidad, al igual que «Light Blue», de Dolce&Gabbana, en la que predominan las notas cítricas, el bambú y la rosa blanca.

Las deportistas y amantes de la vida al aire libre requieren aromas que evoquen la naturaleza y para ellas surgen los perfumes con esencia de menta, limón, pimienta rosa, madera de cedro, bergamota, limones y naranjas. En esta línea se puede encontrar «H20», de Tous, «One», de Calvin Klein, «Oui», de Lancôme y «Acqua di Gioia Essenza», de Armani

Una mujer romántica se inclina por notas florales, orientales y cálidas con un final dulce. Las magnolias, las peonías, los nardos, lirios del valle, rosas y jazmines configuran algunos de los ‘bouques’ aromáticos de los últimos perfumes. Quizá «Oh, Lola!», de Marc Jacobs, que huele a pera, frambuesa, peonía y madera de sándalo junto con «Nina Ricci Nina» sean una buena opción.

Para las amantes de la ciudad surgen perfumes audaces y eclécticos con aromas de líneas puras y muy elegantes que no pasan desapercibidos. «Envy» de Gucci, un clásico, con almizcle e iris; «Burberry Brit», trabajada con vainilla, madera de caoba, almendras y ámbar, y «Flowertag», de Kenzo, perfume en el que sobresale el aroma de la grosella y el te, acompañan a la mujer en la urbe.

Las más elegantes pueden escoger entre «Tom Ford Violet Blonde» elaborado con hoja de violeta, jazmín de Sambac y mandarina o «Bottega Veneta», que simplemente huele a campiña veneciana.

Sofisticado resulta «Jasmin Noir LŽEssence», de Bvlgari, que contiene notas de jazmín negro, pimienta rosa, mirra y maderas preciosas.

Sexy y divertido es «Classique Silver My Skin», de Jean Paul Gaultier, un perfume que reivindica el toque sensual de la mujer a base de rosa, nerolí y especias de jengibre, mientras que «Shalimar Parfum Inicial», de Guerlain, evoca clasicismo con apuntes de caramelo, lirio empolvado y rosa Cenrifolia.

DESTACADOS:

  • Las fragancias son como el amor, no hay un único en la vida. Precisamente por eso, hablan muchos lenguajes para satisfacer los deseos y las exigencias de la mujer
  • Para las más jovencitas surgen las fragancias frescas, suaves y joviales, mientras que la mujer romántica se inclina por notas florales, orientales y cálidas con un final dulce.
  • Elegir un perfume es un acto muy personal, una ceremonia que requiere tiempo y un buen estado de ánimo, tanto es así que muchos perfumistas se han lanzado a crear talleres donde elaboran fragancias personalizadas que encierran en sí mismas el carácter y la personalidad de la persona.