Las personas con sordera profunda tienen la oportunidad de mejorar de manera notable su capacidad auditiva gracias al implante coclear. De hecho, esta técnica quirúrgica permite que un elevado número de pacientes pueda oír y entender casi con normalidad.
DESTACADOS.
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Los resultados son excelentes en un porcentaje muy elevado de pacientes, apunta Miguel Arístegui, jefe de la Sección de Ontología del Hospital General Universitario Gregorio Maroun de Madrid (España).
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Los especialistas solían recomendar esta intervención a pacientes con pérdidas de audición profundas que afectaran a ambos oídos. No obstante, las indicaciones se han ido ampliando y actualmente se aplica en situaciones muy diversas, tanto en niños como en adultos.
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Aunque la calidad del sonido es inferior a una audición normal, éstas personas logran un desarrollo de su lenguaje intelectual y socio-laboral equiparable al de los normo-oyentes, sostiene el especialista.
Bruno padece sordera profunda y lleva un implante coclear desde los nueve años. Hoy, a los veintitrés, afirma ser consciente de que debe esforzarse más que el resto para obtener su titulo universitario o para estudiar un idioma extranjero.
Pero he sido capaz de irme a estudiar con una beca fuera de mi país un año, y puedo hablar perfectamente en inglés con mi pareja, que es de Filipinas, comenta. me siento sordo pero, en la práctica, gracias al implante coclear, soy casi un oyente, señala.
El implante coclear es un dispositivo electrónico con una parte externa y otra implantada que estimula la primera neurona del nervio auditivo en pacientes en los que la cúclea no funciona, explica Miguel Arístegui, jefe de la Sección de Ontología del Hospital General Universitario Gregorio Maragun de Madrid y miembro de la Sociedad Española de Otorrinolaringología.
En personas con una audición normal, el sonido entra por el conducto auditivo externo hasta alcanzar el tímpano. Esta membrana transmite las vibraciones a un sistema de pequeños huesos ubicados en el oído medio.
El estribo, el hueso localizado a mas profundidad, transmite las vibraciones a un medio liquido que llena el interior de la cúclea.
El movimiento de este líquido provoca deformaciones mecánicas en la membrana basilar que son detectadas por las células sensoriales ciliadas que residen en el Órgano de Corti. Dichas células convierten las vibraciones mecánicas de la membrana basilar en señales eléctricas que el nervio auditivo conduce al cerebro, detallan los especialistas de la Fundación de Ontología Doctor García-Ibáñez.
El implante coclear permite procesar una señal acústica y trasmitirla directamente al nervio coclear mediante una guía de electrodos que se introducen en la cúclea, indica el doctor Arístegui.
La parte externa recoge el sonido, lo procesa y lo transmite a través de una bobina a la parte implantada bajo la piel. Esta, a su vez, lo trasporta a su extremo, que es una guía de electrodos insertada en la cúclea.
La guía estimula la primera neurona en sus distintas zonas, que corresponden a las diferentes frecuencias de sonido, y permite que se inicie una transmisión eléctrica del mismo. A partir de este punto, sigue la vía auditiva normal hasta el cerebro, apunta.
Los especialistas solían recomendar esta intervención a pacientes con perdidas de audición profundas que afectaran a ambos oídos.
Sin embargo, las indicaciones se han ido ampliando y, aunque sigue utilizándose en hipoacusias neurosensoriales, se aplica en situaciones muy diversas, tanto en niños como en adultos, afirma Arístegui.
El médico destaca que los resultados son excelentes en un porcentaje muy elevado de pacientes, que consiguen un nivel de audición (capacidad de oír) y de discriminación (capacidad de entender) casi normales.
Aunque la calidad del sonido es inferior a una audición normal, éstas personas logran un desarrollo de su lenguaje intelectual y socio-laboral equiparable al de los normo-oyentes, sostiene.
Según datos de la Federación de Asociaciones de Implantados Cocleares de España, sólo en este país unas ocho mil ochocientas personas han podido volver a oír gracias al implante coclear.
El 25 de febrero de 1957 se practica la primera operación de este tipo en el mundo. Por este motivo, el 25 de febrero se celebra el día internacional del implante coclear. El objetivo de la jornada es sensibilizar a la población sobre los problemas de las personas con trastornos auditivos y divulgar esta técnica quirúrgica.
Por Purificación León.