Necesitamos dormir para reponer las hormonas y la energía que hemos gastado durante el día, así como para consolidar la memoria. No obstante, algunas patologías como la apnea del sueño dificultan nuestro descanso. respire con facilidad, duerma bien es el lema elegido para celebrar el día mundial del sueño.
Los primeros ciclos de sueño tienen mucho sueño profundo, que sirve para descansar la parte animalî. Mas tarde, hay que reponer la parte intelectual del humano, que es la memoria. Esto se hace a través del sueño REM, explica Milagros Merino, secretaria de la Sociedad Española del Sueño.
Cuando la apnea es severa, aumenta el riesgo de hipertensión arterial, de cardiopatía isquémica y de accidentes cerebrovasculares, advierten desde el Instituto de Investigaciones del Sueño.
La Asociación Mundial de Medicina del Sueño apunta que, según los datos oficiales, aproximadamente el cuatro por ciento de los hombres y el dos por ciento de las mujeres en Estados Unidos padecen apnea del sueño. Sin embargo, algunas investigaciones señalan que mucha mas gente vive con este trastorno.
Dormir es como bajar escaleras. En el último peldaño de la escalinata hallamos el sueño profundo y en este punto encontramos el descanso. Desde ahí, comenzamos a subir por otro tramo de escalones hasta que alcanzamos el nivel en el que soñamos. Un ciclo de sueño abarca desde que empezamos a dormir hasta que acabamos ese episodio de ensonación, explica Milagros Merino, secretaria de la Sociedad Española del Sueño.
El ciclo consiste en una parte de sueño no REM seguida de un episodio de sueño REM. El sueño no REM se caracteriza por una actividad cerebral muy lenta. En su ultima fase es cuando descansamos de todo lo que hemos gastado durante el día. Reponemos hormonas y energía, señala la especialista.
Sin embargo, en el sueño REM (movimientos oculares rápidos, por sus siglas en ingles) la actividad cerebral es similar a cuando estamos despiertos. En esta fase soñamos vivamente. El sueño REM sirve para consolidar la memoria, aclara Merino.
Un ciclo de sueño suele repetirse entre cuatro y seis veces a lo largo de la noche. Pero no todos los ciclos son iguales. Los primeros tienen mucho sueño profundo, que sirve para descansar la parte anímala, comenta la doctora. Mas tarde, una vez repuestas todas las sustancias, hay que reparar la parte intelectual del humano, que es la memoria. Esto se hace a través del sueño REM, que siempre es mas frecuente al final de la noche, apunta.
Pero algunas afecciones vienen a perturbar nuestro descanso. Es el caso de los trastornos respiratorios del sueño.
Entre los citados trastornos destaca la apnea del sueño, que consiste en un cese transitorio de la respiración. La doctora Merino señala que, cuando dormimos, los músculos que abren las vías respiratorias se relajan, por lo que estas tienden a cerrarse. Si, además, hay alguna alteración anatómica o una predisposición por alguna otra razón, pueden producirse pausas respiratorias, precisa.
La persona que tiene muchas apneas suele despertarse con la sensación de no haber descansado. Habitualmente siente dolor de cabeza y sequedad de boca en el momento de despertar, destacan los expertos del Instituto de Investigaciones del Sueño.
Durante el día, está cansada y nota somnolencia en situaciones sedentarias. Asimismo, son comunes los cambios en el estado de animo como irritabilidad, depresión, alteraciones del rendimiento y perdidas de la capacidad de concentración y de memoria, comentan.
Además, cuando la apnea es severa, aumenta el riesgo de hipertensión arterial, de cardiopatía isquémica y de accidentes cerebrovasculares, advierten desde el Instituto de Investigaciones del Sueño.
Perder peso, tratar de no dormir sobre la espalda, evitar la ingesta de alcohol y tranquilizantes, no fumar y practicar ejercicio moderado al atardecer son algunos de los consejos que ofrece esta organización para prevenir la apnea del sueño. Pero la solución del trastorno pasa por ponerse en manos de un especialista.
Por Purificación León.
(EFE REPORTAJES)