Phoenix, (EFE).- El principal impulsor de la ley estatal SB1070, Russell Pearce, se presentará nuevamente como candidato para el Senado estatal de Arizona a pesar de haber sido destituido de su puesto hace menos de seis meses, lo que no ha sorprendido a críticos del republicano.

«Creo que éste es un acto desesperado de Pearce, él perdió en un distrito sumamente conservador por más de un 12 por ciento de los votos», dijo hoy a Efe Randy Parraz, activista y cofundador del grupo Ciudadanos para una mejor Arizona.

El año pasado, esta agrupación reunió las suficientes firmas de votantes para iniciar un proceso de destitución en contra del legislador republicano conocido por sus fuertes criticas en contra de la inmigración indocumentada.

En lo que muchos consideran como un proceso electoral histórico, el pasado mes de noviembre los votantes retiraron de su puesto a Pearce, quien entonces era líder del Senado estatal.

El legislador estatal perdió 42 de los 51 precintos del distrito 18 en una contienda en la que resultó vencedor el republicano Jerry Lewis, ahora senador estatal de Arizona.

Pearce busca ahora representar al distrito 25, actualmente representado por el republicano y senador estatal Rich Crandall, quien aún no ha anunciado si buscará un nuevo término.

«Es muy desafortunado que Pearce quiera seguir impulsando su agenda extremista y cree que porque ahora se trata de un nuevo distrito tiene una nueva oportunidad», dijo Parraz.

Por su parte, el también republicano y miembro de la iglesia mormona Bob Worsley, residente de Mesa, anunció su candidatura por el distrito 25.

Pearce hizo el anuncio de su candidatura ayer por la noche rodeado de miembros del Tea Pary y recibió el apoyo del alguacil del condado Maricopa, Joe Arpaio.

«Mi trabajo aún no ha terminado, debemos luchar por la libertad, menos impuestos. Las cosas se encuentran tan mal porque hemos permitido que lleguen hasta este punto», dijo Pearce ante sus seguidores.

La activista Lydia Guzmán, representante del grupo respect/respeto, dijo a Efe que el anuncio de Pearce responde a un tema de orgullo personal del republicano.

Guzmán resaltó que durante los meses que Pearce ha estado fuera del Legislativo estatal muchas iniciativas en contra de la inmigración indocumentada que fueron presentadas no tuvieron el suficiente apoyo para avanzar y convertirse en ley.

Durante el tiempo que fue legislador, Pearce impulsó varias legislaciones en contra de las personas «sin papeles», como la que niega el derecho de obtener una licencia de conducir así la oportunidad de salir bajo fianza si son acusadas de un delito menor y otra que penaliza a negocios que contratan inmigrantes indocumentados.

Pero la más controvertida ha sido la SB1070, la primera en criminalizar la presencia de inmigrantes indocumentados en Estados Unidos, lo que dio inicio a un debate nacional sobre el poder que tienen los estados de aplicar leyes migratorias y cuyo futuro será decidió el próximo mes de abril por la Suprema Corte de Justicia de los EE.UU.

Parraz considera que toda persona que ha tenido el poder político que ha tenido Pearce en sus manos tiene «una posibilidad de ganar» una elección, aunque en este caso las encuentra «mínimas».

El activista señaló que recibir el apoyo político de Arpaio no sirve de mucho para las aspiraciones de Pearce de regresar al legislativo estatal debido a las criticas y cuestionamientos que rodean al alguacil.

El pasado mes de diciembre el Departamento de Justicia anunció que había encontrado indicios de discriminación en contra de conductores hispanos en operativos organizados por el aguacil Arpaio.

«Creemos que ayer fue el primer día de la última campaña de Pearce», finalizó Parraz.