San José (California), (EFE).- Aunque Brian Willingham y Alfonso García se casaron el año pasado en Nueva York, este jueves deben enfrentar una audiencia de inmigración en su intento por detener la deportación del mexicano, quien tiene pendiente una petición de residencia legal («tarjeta verde») basada en su unión.

Willingham, de 37 años, nativo de Missouri, y García, de 35, de México, han sido pareja por más de una década en el Área de la Bahía de San Francisco, California, donde están registrados como pareja bajo las leyes estatales.

Según un comunicado de Students Working for Equal Rights difundido hoy, García quedó bajo custodia de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE, por su sigla en inglés) el 1 de julio de 2011, después de una detención de tránsito de rutina donde se descubrió su condición de indocumentado.

El mexicano estuvo en la cárcel y en distintas unidades de detención por más de tres semanas, incluso en el desierto de Arizona. Willingham logró su liberación, pero el Gobierno inició los procedimientos de deportación contra García.

Lavi Soloway, abogado de Willingham y García, y fundador de Stop The Deportations-The DOMA Project, dijo hoy a Efe que aunque en este caso aplicaría la nueva política de discrecionalidad de Inmigración por no representar el mexicano un peligro para la sociedad, sus clientes quieren ser tratados como cualquier otra pareja casada.

«Claro, que aplican las nuevas directrices de Inmigración en este caso, pero queremos poner fin a la discriminación», explicó Soloway, quien ha representado parejas en situación similar en todo el país.

En la audiencia de este 22 de marzo en la Corte de Inmigración de San Francisco el abogado pedirá que los procedimientos de deportación sean diferidos de acuerdo con la solicitud de la «tarjeta verde» que Brian presentó para Alfonso por su matrimonio y que está aún pendiente en Inmigración.

Según Soloway, una pareja heterosexual en esta situación conseguiría un aplazamiento o, incluso, la suspensión de los procedimientos en su totalidad para permitirles seguir los trámites de la «tarjeta verde» basándose en el matrimonio, pero la Ley de Defensa del Matrimonio (DOMA) de 1996 no reconoce los matrimonios de personas del mismo sexo como válidos en materia migratoria.

García llegó a EE.UU. de México cuando era niño y ha vivido en Área de la Bahía por casi 21 años. Sus padres, que actualmente son residentes legales, han pedido la ciudadanía estadounidense.

«Este país es mi hogar, y Brian es mi marido. No quiero perder todo lo que hemos construido juntos y que me digan que no puedo volver a EE.UU. por diez años», dijo García en el comunicado.

La pareja se ha unido a la campaña «Detengan las Deportaciones» (Stop the Deportations) en su lucha por una «tarjeta verde» para el mexicano basada en su matrimonio.

Ambos han pedido a sus funcionarios electos que contacten a la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, el Fiscal General, Eric Holder, y la Casa Blanca para que su residencia legal sea pospuesta y no negada, mientras las cortes o el Congreso se pronuncien con respecto a la DOMA.EFE