Los Ángeles, 26 mar (EFE).- La voz de Luis González se escucha de lunes a viernes de 8 de la mañana a 4 de la tarde en «Radio Centro Laboral», una emisora por internet, con sede en Los Ángeles, desde donde este jornalero guatemalteco difunde un mensaje de esperanza.
Al escucharlo hablar, su tono de su voz, su cadencia y su dicción hacen suponer que convertirse en locutor era su destino natural, pero llegar allí le tomó 50 años.
«Yo tengo 52 años y toda mi vida he admirado mucho a los grandes locutores de la radio, yo soñaba con ser como ellos, pero sentía que era muy difícil porque solo estudié hasta sexto grado y he tenido que dedicarme a trabajar muy duro para ganarme el pan», dijo González, en entrevista con Efe.
Llegó a EE.UU. en el año 2000 buscando una vida mejor y en ese camino encontró uno de los Centros de Jornaleros del Instituto de Educación Popular del sur de California, IDEPSCA, donde se reúnen a diario inmigrantes provenientes de diversos países a esperar su oportunidad de «pegar» un trabajito.
IDEPSCA le ofrece a los jornaleros, además de un lugar seguro para esperar «la chamba», un entorno de aprendizaje con clases de alfabetización, inglés, salud, leyes laborales e inmigración.
En este centro en particular, ubicado en la calle Main de Los Ángeles, funcionaba una emisora de radio por internet que llamó la atención de González.
Como voluntario, se dedicó a poner música, a decirle a los trabajadores que lo escuchan que está allí para acompañarlos, poniéndoles las canciones que les alegren los días y ofreciéndoles información útil para ellos y para toda la comunidad.
«Entonces, hace dos años, el coordinador del centro me dijo que había una oportunidad para hacer un curso de locución y que habían pensado en mi, me pagaron todo el curso que duró 6 meses y aprendí tantas cosas», relató el guatemalteco.
«Estudié junto a un grupo de puros profesionales, imagínese, a veces me sentía tan chiquitico, pero al mismo tiempo me decía tengo que luchar más fuerte y podré ser como ellos», confesó.
Desde el pequeño cuartito de metro y medio de ancho por 3 de largo, que IDESPCA le cede a González, junto al computador y la conexión a internet para que saque adelante la radio, este padre de 7 hijos se toma muy en serio su labor, por la que no recibe remuneración económica, pero a través de la cual ha logrado recaudar donaciones de comida, ropa, zapatos para sus compañeros jornaleros.
A diario, él también espera salir a trabajar a la calle para ganar su sustento y cuando le llega esa suerte deja toda la programación montada de manera automática para no fallarle a sus oyentes, quienes lo llaman con frecuencia para solicitarle canciones.
«Mi gusto es ponerles la música que piden porque yo siento que de alguna forma ellos sienten que alguien los escucha, que alguien está pendiente de ellos, les brinda atención. Esta radio llena parte de nuestro vacío, porque la verdad es que uno vive cosas muy fuertes allá afuera», relató.
Nutriendo sus frases a través de la lectura de «buenos libros» para compartir lo aprendido con sus oyentes, y consciente de estar viviendo cada día un sueño que antes creyó imposible, este amante de la marimba y la música ranchera se atreve ahora a seguir pensando que logrará hacer realidad los anhelos de su corazón.
Espera algún día estrechar la mano de los cantantes Joan Sebastian y Ricardo Arjona porque siente que estos cantautores lo han acompañado en su camino.
«De alguna forma los mensajes de las canciones de ellos me han ayudado a caminar mi trayecto para ser una persona mejor», explicó, «yo sigo soñado porque no importa la edad que se tenga, siempre hay una oportunidad para ver como se hace realidad aquello que primero imaginamos», concluyó.