Los Ángeles, 27 mar (EFE).- Con los recortes presupuestarios propuestos para el 2012-13 por el gobernador Jerry Brown unos 60.000 niños en California perderán el acceso a programas de cuidado infantil y preescolar destinados a padres de bajos ingresos, señala un reporte dado a conocer hoy.

Según el informe «Jugando con el futuro de California» del California Budget Project (CBP) -una entidad no lucrativa y no partidista de análisis fiscal y política educativas- el recorte de más del 20 % a los programas de cuidado infantil (343,4 millones de dólares) llevaría ese rango de presupuesto, luego del ajuste por inflación, a niveles más bajos que en 1997-98.

El recorte propuesto para los programas de educación preescolar -un poco más del 25 %- es de 198 millones de dólares. El informe contrasta cómo en California se espera que el desempleo -actualmente en 11,8 %- continúe por encima del 10 % hasta finales de 2014.

«Cerca de uno de cada cuatro niños californianos vive en la pobreza y muchas familias continúan enfrentando incertidumbre económica en los tiempos posteriores a la Gran Recesión», asegura el informe que muestra que esa cifra aumentó de 18 % en 2006 a 23,4 % en 2010.

El estudio destaca que los programas infantiles ofrecen «cuidado seguro y económico que permite a los padres de bajos ingresos encontrar y mantener empleos», con lo cual recortarlos afecta directamente la habilidad de estos padres para buscar ingresos.

La inscripción mensual de niños en programas de cuidado infantil ha disminuido desde un promedio de 300.000 en el período 2009-2010 a menos de 218.000 en el 2010-2011; cerca de 193.000 niños están en lista de espera para recibir el servicio.

Al resaltar que los programas de preescolar «ofrecen opciones adicionales de desarrollo para los niños de las familias de California» el reporte señala que los recortes previstos llevarían el gasto presupuestario del estado en esos renglones a 1,2 %, casi la mitad del 2 % del período 2007-08.

CBP afirma que «proveer cuidado infantil y preescolar accesible y costeable es crítico para el futuro de California» y recomienda que el estado deje de recortar estos servicios esenciales a los niños y sus familias para ajustar su déficit presupuestario.