— Según una investigación británica publicada en la revista ‘British Journal of Psychiatry’, las personas que comen más alimentos procesados y ricos en grasas y calorías en detrimento de las frutas y verduras, tienen hasta un 58 por ciento mayor riesgo de sufrir trastornos depresivos.

— Un estudio de la Universidad de Columbia, en Estados Unidos, indica que los adolescentes cuyos padres insisten en que se acuesten a las diez de la noche, o incluso antes, son menos propensos a tener depresión que aquellos a los que se les permite irse a dormir a la medianoche o más tarde.

— Investigadores de la Universidad de California, en San Diego (EE.UU.), han descubierto que quienes comen al menos una barra de chocolate a la semana tienden a mostrarse más apesadumbrados que quienes lo ingieren esporádicamente

La depresión no sólo la desencadenan causas orgánicas, como la predisposición hereditaria, ciertas alteraciones de la bioquímica cerebral o los cambios hormonales, ni aparece siempre como una reacción a hechos traumáticos como la muerte de un ser querido, la pérdida del trabajo o una ruptura amorosa. También la favorecen otros factores que suelen pasar inadvertidos.

Este desorden caracterizado por un estado persistente de sufrimiento mental, abatimiento, tristeza y desgano, y según la OMS va camino de convertirse en uno de los principales problemas de salud pública, se diagnostica bien y recibe tratamientos eficaces, pero ¿puede prevenirse de alguna manera?.

De acuerdo a tres investigaciones recientes, la respuesta es afirmativa. Para no deprimirse o al menos reducir el riesgo de caer en un estado depresivo, conviene dormir y comer bien.

“Ocasionalmente, todos nos sentimos melancólicos o tristes, pero estos sentimientos en general desaparecen en unos días. Cuando una persona tiene un trastorno depresivo, éste interfiere con su vida diaria y desempeño normal y hace sufrir tanto a quien padece la depresión como a quienes conviven con esa persona, intenta ayudarla y se preocupa por ella”, señalan desde los institutos de Salud Mental (NIMH, por sus siglas en inglés)

Ahora, los científicos han descubierto que si una persona duerme lo suficiente y se alimenta de manera más equilibrada, puede reducir el riesgo de deprimirse. Para ser más eficaces, estos hábitos que coinciden con lo que recomiendan los médicos para preservar la buena salud, deben cultivarse desde la juventud.

ALIMENTOS DEPRIMENTES.

Un estudio de la Universidad de Columbia, en Estados Unidos, indica que los adolescentes cuyos padres insisten en que se acuesten a las diez de la noche, o incluso antes, son menos propensos a tener depresión que aquellos a los que se les permite irse a dormir a la medianoche o más tarde.

Los jóvenes que duermen cinco horas por noche o menos, son un 71 por ciento más propensos a estar deprimidos que aquellos que descansan al menos ocho horas cada noche, de acuerdo a la investigación dirigida por James E. Gangwisch.

Según Gangwisch y su equipo, los lapsos breves de sueño y la depresión han sido vinculados en adolescentes y adultos, y esa relación podría ser «bidireccional», ya que dormir mal aumenta el riesgo de depresión y padecer depresión entorpece el sueño.

Otra investigación británica publicada en la revista ‘British Journal of Psychiatry’ concluye que las personas que comen más alimentos procesados y menos frutas y verduras tienen hasta un 58 por ciento mayor riesgo de sufrir trastornos depresivos.

Los datos de la investigación, dirigida por Archana Singh-Manoux, demuestran que quienes consumen más productos fritos, dulces, carnes y otros productos ricos en grasas y calorías tienen más posibilidades de deprimirse.

En cambio, las frutas, verduras, hortalizas y el pescado parecen proteger a quienes los toman habitualmente de sufrir una depresión.

Por otra parte, investigadores de la Universidad de California, en San Diego (EE.UU.), han descubierto que quienes comen demasiado chocolate tienden a mostrarse más apesadumbrados que quienes lo ingieren esporádicamente.

Quienes ingieren más de 12 porciones de chocolate al mes (una porción equivale a 28 gramos) muestran los niveles más altos de depresión, Quienes consumen menos de cinco porciones al mes, exhiben el menor nivel de depresión.