Miami.- — Pese a la tendencia general de descenso del consumo de televisión en Estados Unidos, la población hispana cada vez ve más la programación en español, lo que llama la atención de los anunciantes estadounidenses, que tratan de ajustar sus productos y mensajes publicitarios a estos clientes potenciales.

Al menos así lo defiende el presidente de la firma neoyorquina de seguimiento de medios Critical Mention, Dave Armon, que estos días está en Miami para participar en Hispanicize, la mayor conferencia de blogueros hispanos del país, a la que acuden también profesionales del entretenimiento, comunicación y publicidad.

“El consumo de televisión entre los hispanohablantes es claramente más elevado que la media del país y, lo que es más llamativo, mientras que en el conjunto de la población la audiencia tiende a caer, entre éstos va en aumento”, explicó hoy el directivo.

En una entrevista con Efe apuntó que la televisión sigue siendo la forma más común de acceder a la información de actualidad para el 66 % de la población estadounidense, aunque ese porcentaje era del 74 % hace tres años y del 82 % en 2002.

“En cambio, entre los hispanohablantes el consumo no para de crecer. Hay una percepción generalizada de que se consumen principalmente telenovelas y ‘realities’, pero es sólo una parte de la realidad, porque también se consume mucho contenido relacionado con noticias”, advirtió Armon.

Según detalló, cada vez son más las empresas que piden datos sobre los hábitos televisivos de la población hispana y siguen con atención el número de menciones de sus marcas en los medios de comunicación en español.

En la prensa escrita, aseguró que mientras que entre el conjunto de la población estadounidense el consumo desciende con fuerza y los medios anglófonos lo “están pasando realmente mal”, los hispanos se las están ingeniando relativamente bien para aguantar la crisis, aunque es cierto que sus “números también están cayendo”.

“El número de diarios en español se está manteniendo estable y los descensos de venta de ejemplares están siendo ligeros, mucho más reducidos que la media”, aseguró el directivo, convencido de que el sector de los medios en español tiene un gran potencial de crecimiento.

Como ejemplo citó el caso de Univision, “con diferencia la mayor cadena de televisión en español en este país” y que “sigue creciendo”, de forma que “sus índices de audiencia ya están al nivel de competir con las tres mayores cadenas de televisión en inglés, ABC, CBS y NBC”.

“El año pasado incluso anunció el lanzamiento de una cadena de noticias en español de 24 horas. Es algo impresionante que hay que tener muy en cuenta”, añadió.

En cuanto a otros medios, Armon destacó también el avance de las emisoras en español y de las revistas y publicaciones no diarias.

“En las plataformas digitales, aunque los hispanohablantes no acceden a internet a tasas similares a las del resto de los estadounidenses, sí se ve un crecimiento”, aseguró el directivo, quien destacó en este ámbito “la enorme presencia de los latinos bilingües en la red”.

Armon recordó que el 75 % de la población hispana, “uno de cada seis estadounidenses”, aún vive concentrada en nueve estados (Arizona, California, Colorado, Florida, Illinois, Nuevo México, Nueva Jersey, Nueva York y Texas), pero advirtió que, según el Centro de Investigación Pew, ese porcentaje en 2000 era del 81 %.

“Estamos viendo enormes incrementos de la población hispana en Seattle, Filadelfia, Portland o Carolina del Norte, lugares que el estadounidense medio no asociaría con mercados hispanohablantes”, destacó.

Ante estos cambios, “las empresas, marcas, anunciantes y patrocinadores empiezan a estar muy al corriente”, aseguró el directivo.

En su opinión, “no hay más que ver la capacidad de convocatoria de Hispanicize, donde fácilmente puede haber un millar de profesionales con intereses en este mercado, entre ellos grandes empresas estadounidenses”.

“Además, se nota que van conociendo mejor el mercado y no tratan de vender sus productos sin más a la población hispana: están modificando su oferta para ajustarse a los requerimientos de este segmento”, apuntó.

Así, las empresas “están etiquetando de forma diferente los productos, cambian los precios, comercializan su oferta de otra manera y la ponen en el mercado también de forma diferente”.

A ello se suma que “los ingresos discrecionales de la población hispana están aumentando, pese a la recesión que afecta al país”.