Leyendo las noticias, lo confirmo: no tengo idea de quién diablos soy.

Para poder explicar a mi par de tres lectores de todas las semanas (incluida la tía Filomena) el estado de confusión en que me encuentro, echo mano al viejo cuento de la carta del suicida:

“Al juez encargado del levantamiento de este fiambre:

No vayan a culpar a nadie de mi muerte. Si me quito la vida es por causa de esta confusa crisis de identidad que me impide vivir:

Me casé con una viuda, que, a su vez, tenía una hija. Mi padre -que estaba viudo- se dejó seducir por la juventud de la hija de mi mujer y se casó con ella. Como resultado de esa boda, mi mujer resultó suegra de su suegro, mi hijastra se convirtió en mi madrastra y mi padre al mismo tiempo era mi yerno.
Como las cosas tienden a enredarse, al poco tiempo, mi madrastra trajo al mundo una niña que era mi hermana, y, como consecuencia, también era nieta de mi mujer, de manera que yo resulté abuelo de mi hermana.
Cuando mi mujer trajo al mundo un niño, o sea mi hijo, éste resultó hermano de mi madrastra, cuñado de mi padre, nieto de su hermana y tío mío.
Mi mujer es, por lo tanto, nuera de su hija, y yo soy padre de mi madrastra, y, para acabar de enredar este ovillo, mi padre y su mujer son mis hijos, mi hijo es mi bisnieto y tío de su tía, además, yo soy mi propio abuelo.


¡No culpen a nadie de mi suicidio! La única razón para despedirme de este mundo, es porque no sé quién coños soy”.

Ahora sí entremos en materia.

Me tiene abrumado la tragedia en la que un joven de Florida, resultó muerto por un policía aficionado, en una tragedia de identidades, realmente confusa.

El señor George Zimmerman, de 28 años, le pegó un tiro a Trayvon Martin, un adolescente de 17 años.

El joven Trayvon iba “armado” con un refresco de té y unos dulces que acababa de comprar. El señor Zimmerman iba armado de una pistola 9mm, capaz de traspasar un blindaje de acero.

Lo que me confunde de este hecho es ¿por qué los periodistas de este país afirman que el homicida es HISPANO?

Si la mayoría de los Zimmerman que migraron a este país provenían de Alemania, Prusia y Suiza, y ellos, como casi todos los inmigrantes europeos, escapaban de persecuciones religiosas y de la pobreza de Europa

Si en este país portan apellido Zimmerman: 80. 944 personas, y el 94.81% de ellos son BLANCOS.

Si apenas el 1,25% de los Zimmerman son “mestizos”, como parece ser el caso de George Zimmerman, cuya madre es de origen peruano.

En mis noches de insomnio y confusión, reflexiono: Si el “mestizo” Zimmerman (en vez de matar a un afro-americano) hubiera realizado un acto heroico, salvando a veinte niños negritos atrapados en un incendio, ¿cierto que los noticieros de la tele afirmarían que el supuesto héroe es bastante “blanco”?

¿Por qué no ha aparecido un solo comentario que George Zimmerman es de ascendencia alemana?

Al final, la justicia es quien define si hubo legítima defensa, o un crimen.

Mientras tanto los intolerantes le colocarán cualquier etiqueta racial al homicida: “hispano”, “café-con-leche”, “chihuahuense”, “venusiano” o “marciano”… jamás: “alemán”.

Por: © 2012 Armando Caicedo