“Familia… querida, amada, única” siempre un tema especial y delicado. Cada quien su propia historia y sus características tan peculiares. No hay dos familias iguales ya que cada una tiene su sazón único.

Las reuniones familiares siempre provocan sentimientos encontrados, emociones gratas, alegrías, rencuentros; por el otro, traen viejos recuerdos, malos entendidos, resentimientos, rivalidades y frustraciones. Aprender a disfrutar la familia es importante ya que cuando esta nos contiene los integrantes se fortalecen, se nutren y encuentran un lugar seguro para crecer, cunado no la tienen estos lazos son difíciles de encontrar y generalmente la persona sufre y siente un gran vacío difícil de llenar…

Ciertamente cuando la persona está orgullosa de sus logros, tiene un brillo especial, está satisfecha, actúa de forma animada y en algunos casos se llega a embriagar de sus éxitos, olvidándose de voltear a ver a las personas que la rodean. Sin querer y en este caso, esto puede hacer sentir incomodos a los familiares y hasta puede pasar como si la persona exitosa esta actuando con soberbia y falta de atención.

Si la persona exitosa utiliza la prudencia y recuerda continuamente que el verdadero éxito es aquel que la engrandece sin deslumbrar o incomodar a sus seres queridos, seguramente encontrara la humildad necesaria para poder compartir sus logros sin deslumbrar a nadie.

Ingredientes:

• 1 taza de asertividad

• 1 manojo de sensibilidad

• 2 gajos de humildad

• 1 cucharada grande de gratitud

• 1 pizca de generocidad

• Espolvorear con gusto y mucho cuidado

Condimentos:

Respeto, modestia y cariño

Modo de preparación:

  1. El éxito sabe mejor cunado se comparte con personas queridas. El éxito puede ser pasajero, el triunfo es siempre duradero; hay que hacer todo lo posible por involucrar y compartir los momentos de grandeza con la familia y los seres queridos, así, estos momentos pueden perdurar. A pesar de que no se puede esperar que otros se alegren o reaccionen de una manera que uno quisiera.

  2. La actitud propia hace toda la diferencia. Cuando se tiene humildad, gratitud y sabe agradecer el apoyo y la compañía de las personas queridas en los momentos bajos y altos de la vida, uno se torna en una persona capaz de entender aquellos que no han sido tan afortunados o que tienen otros asuntos pendientes.

  3. La gratitud y la sensatez le van a permitir recordar siempre, que tanto la vida y los logros son muy frágiles. Todos podemos estar arriba o abajo en cualquier momento, crear fuertes lazos familiares y amistosos, tener siempre una mano amiga puede ser útil tanto para ayudarnos a subir a la cima del mundo, como detenernos si tenemos que descender en algún momento.

“La honestidad y la sencillez hacen de la persona exitosa una persona verdaderamente valiosa y triunfadora”

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