Washington, (EFE).- El presidente de EEUU, Barack Obama, es un hombre de «excusas», que ha hecho promesas sólo para «congraciarse» con los hispanos, y no merece el apoyo de los latinos en noviembre próximo, manifestó el presidente del Comité Nacional Republicano (RNC), Reince Priebus.

De cara a la conquista del voto hispano, Priebus consideró en una entrevista con que el virtual candidato presidencial republicano, Mitt Romney, no haría promesas de una reforma migratoria como las que hizo Obama en 2008 «para congraciarse con los votantes latinos».

«Yo diría que con Romney tendrías a una persona que puede decir la verdad y no hará promesas sólo para dar un discurso y ganar una elección… No entiendo cómo un votante latino volvería a creer en lo que le diga el presidente; no veo cómo volverían a caer», aseguró.

En ese sentido, Priebus destacó que el Obama de 2008 presentó un mensaje de «esperanza y cambio», prometió unir al país, mejorar la economía y reducir el desempleo, pero en 2012 «tenemos a un hombre que sólo es excusas» y culpa de todo a la oposición republicana, subrayó Priebus.

Al evaluar las posibilidades de una victoria republicana el próximo 6 de noviembre, Priebus fue enfático: «En comparación con 2008, nuestro mensaje es mejor y nuestros mensajeros son mejores», entre ellos el senador Marco Rubio, la legisladora Ileana Ros-Lehtinen, o los gobernadores de Nevada y Nuevo México, Brian Sandoval y Susana Martínez, respectivamente.

Ese mensaje se concentrará en las «fallidas» políticas de Obama que, según Priebus, han elevado el desempleo entre los hispanos y han contribuido al alza en los costos de salud en el país.

Preguntado sobre el problema de imagen que tienen los republicanos al oponerse a la regularización de los indocumentados, Priebus dijo que los candidatos republicanos han fomentado un diálogo «genuino» e «inteligente» sobre el problema sin caer en promesas falsas.

Priebus dijo que, al contrario que Obama, exmandatarios como el demócrata Bill Clinton y el republicano George W. Bush «tuvieron la fortaleza de negociar con el partido de oposición y cuando algo tenía sentido, sacarlo adelante».

Por otra parte, aseguró que Romney fomentaría como presidente la creación de empleos en Estados Unidos y mejores relaciones políticas y económicas con América Latina.

Obama ha vuelto a prometer que impulsará la reforma migratoria en el primer año de un segundo mandato. Según las encuestas, si bien los hispanos están descontentos con él, aún le dan el beneficio de la duda frente a un candidato republicano.

Una fuente de la Administración Obama, que pidió el anonimato, dijo hoy a Efe que son los republicanos los que han puesto un muro de resistencia a todas las medidas del mandatario, incluyendo la reforma migratoria.

Como parte de un masivo esfuerzo por captar el voto hispano en estados «bisagra», el RNC prevé contratar para finales de este mes a directores estatales de origen hispano para la campaña en Nevada, Carolina del Norte, Colorado, Florida, Virginia y Nuevo México.

Ese esfuerzo, que se prolongará hasta noviembre, también incluirá asambleas populares, movilización de votantes hispanos, encuentros con empresarios latinos, y anuncios por radio, televisión e internet.

El RNC no quiso divulgar el costo de esa campaña pero Priebus aseguró que el objetivo es acercarse a los latinos «allí donde se encuentren», con el inequívoco mensaje de que Obama «ha sido un fracaso» y sus políticas son responsables del alto desempleo entre la comunidad hispana.

También la campaña de Obama impulsa esfuerzos para acercarse a los votantes hispanos en las comunidades y recintos universitarios.

Para ganar la presidencia se requerirá el apoyo de al menos el 40 % del voto hispano. En 2000, los republicanos captaron el 40 % y en 2004 el 44 %, pero en 2008 sólo entre el 28 % y el 30 %.

Se prevé que en 2012 el voto hispano ronde el 11 % del electorado y será clave en estados como California, Nevada, Arizona, Colorado y Florida.

Obama captó el 67 % del voto hispano en 2008 frente al 31 % de su rival republicano, John McCain. La campaña de reelección de Obama busca aprovechar que, durante el proceso de primarias y para afianzar el apoyo de la base conservadora de su partido, Romney dejó bien marcada su postura en contra de la reforma migratoria.