Los Ángeles, 6 jun (EFE).- Más de 3,8 millones de votantes participaron el martes en las elecciones en California en las que la se aprobó la Proposición 28, que limita los periodos de los legisladores.

Esta propuesta, que reduce de 14 a 12 años el número total de años que un político puede desempeñarse en la legislatura estatal, fue aprobada con más del 61 % de votos (más de 2.3 millones).

Sin embargo, la Proposición 28 autoriza ese total de años en un solo cuerpo legislativo. Anteriormente un funcionario elegido sólo podía desempeñarse en la Asamblea un máximo de seis años y en el Senado un máximo de ocho.

Por su parte, la Proposición 29, que busca un impuesto de un dólar a cada paquete de cigarrillos, recibió el 50.8 % de votos negativos (un poco más de 1.9 millones).

Aunque aparentemente fue derrotada por un margen de poco más de 63.000 votos, la suerte final de la Proposición 29 deberá esperar a conocer los resultados del voto por correo, que tomará cerca de un mes.

En la votación presidencial, el presidente Obama recibió algo más de 1,5 millones de votos y el candidato Romney obtuvo un poco más de 1,1 millones.

En cuanto al voto latino, éste surgió como un factor importante en estas primarias, en la que los hispanos representan más de una cuarta parte de todos los votantes registrados.

«Las campañas políticas deberán buscar la forma de atraer a los votantes latinos que, por su número, ahora ya son un sector significativo en el estado», comentó a Efe Arturo Vargas, director ejecutivo del Fondo Educativo de la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Elegidos y Nombrados, NALEO.

El voto hispano, según un informe de «The Field Poll» -un centro de investigación no partidista- favoreció claramente al presidente Obama.

«Los votantes latinos del estado, que ahora comprenden cerca de un cuarto de todo el electorado, favorecen a Obama en una proporción alrededor de cuatro a uno», explicó Mark DiCamillo, de The Field Poll.

Por otra parte, esta elección fue la primera de su tipo en California en utilizar un sistema de votación «abierta» en la que los aspirantes para los puestos estatales y del Congreso aparecieron listados en una sola papeleta y sólo los dos con mayor votación -independientemente de la preferencia de partido- pasaron a la elección general.

Entre otros resultados, para el Senado federal, la demócrata Dianne Feinstein logró un 49,3 % de votos (un poco más de 1.8 millones), mientras que su compañera de partido Elizabeth Emken obtuvo el segundo lugar con cerca de 455.000 votos.

La congresista demócrata hispana Linda Sánchez obtuvo el 56,5 % de los votos en el distrito 38 (algo más de 27.000) y posiblemente se enfrentará en las elecciones de noviembre al republicano Benjamín Campos, que obtuvo un 22,2%, aunque habrá que esperar a contar los votos enviados por correo.

La elección también fue el estreno de la redistribución de distritos electorales diseñada por una comisión independiente.

Dos distritos para el congreso surgieron de ese nuevo diseño, el Distrito 29, en el Valle de San Fernando, y el Distrito 51, en el área del Condado Imperial/San Diego, favoreciendo las posibilidades de los hispanos.

Para la Asamblea estatal, también fueron creados dos distritos con fuerza hispana en el área metropolitana de Los Ángeles, uno en el área de San Diego y otro en los condados Imperial/Riverside.

Sin embargo, aparentemente la redistribución de distritos debilitó la fuerza latina para el Senado en los Distritos del Valle de San Fernando y el Condado de Orange, donde los candidatos hispanos no resultaron favorecidos.