NUEVA YORK.- La enfermedad del riñón es un serio problema de salud que va en aumento en Estados Unidos, donde unas 400.000 personas reciben tratamiento de diálisis, el 16 % de éstas hispanas, de acuerdo con datos de los Institutos Nacionales de la Salud (INS).

“Cuando hablamos de la enfermedad de los riñones es cuando éstos órganos no son capaces de limpiar bien la sangre, removiendo los desperdicios que luego se eliminan a través de la orina”, dijo a Efe el doctor Carlos Vázquez, del Programa de Educación Nacional de los Riñones, de los Institutos de la Salud.

El galeno destacó que la enfermedad no presenta síntomas en la mayoría de los pacientes, que cuando conocen de su padecimiento es porque está ya en estado avanzado, y recordó que la diabetes y la presión alta son las causas más comunes en su desarrollo.

Datos oficiales muestran que el 12,6 % de los afroamericanos en Estados Unidos y el 11,8 % de hispanos han sido diagnosticados con diabetes.

Además, los afroamericanos tienen 3,6 más probabilidades que los blancos de enfermar del riñón y los hispanos dos veces más.

Sin embargo, la mayoría de las noticias que hablan sobre la enfermedad de los riñones se enfocan en el trasplante.

Es vital educar a los hispanos, en su idioma, sobre la enfermedad del riñón, de que ésta se puede prevenir y tratar, dijo el médico puertorriqueño.

Se estima que más de 20 millones de estadounidenses podrían tener problemas con sus riñones y muchos más corren el riesgo de tenerlos y no saberlo.

Más de 70.000 personas están en lista de espera para un trasplante, del que depende su vida, dijo el doctor Vázquez, al tiempo que agregó que para evitar una diálisis o trasplante, es importante la prevención.

“Después de muchos años de padecer de diabetes y alta presión, u otras enfermedades autoinmunes, congénitas o cardiovasculares, una persona puede desarrollar la condición”, advirtió el especialista.

Agregó que debido a que no existe mucha información en español sobre los latinos y la enfermedad del riñón, el Programa de Educación Nacional de los Institutos Nacionales de la Salud, crearon una página web en ese idioma (http://nkdep.nih.gov/inicio.shtml) para orientarles con vídeos, folletos y otros recursos.

Vázquez explicó que la única forma de diagnosticar la enfermedad es a través de pruebas de sangre y orina, por lo que hizo un llamado a los hispanos a dialogar con su médico al respecto.

“Una vez que la enfermedad progresa los pacientes comienzan a tener complicaciones como problemas cardíacos, a acumular líquido, y a ser hospitalizados, y hasta la mortalidad”, alertó el galeno.

“La clave es que los pacientes sepan la importancia de la detección temprana, sobre todo, los de más alto riesgo. Es muy importante que cuando vean a su proveedor de cuidado médico, le diga que quiere saber cómo están sus riñones”, señaló.

También es importante mantener una dieta saludable y el peso adecuado para evitar la diabetes y la presión alta.

“En los latinos el riesgo es dos veces más alto que en los blancos de desarrollar fallo renal, que terminan en diálisis y trasplantes. Por eso es muy importante que se hagan las pruebas”, insistió, y evitar así casos como el del mexicano Alberto Meza.

La vida de Meza cambió totalmente en 1977 cuando le extirparon un riñón. Desde entonces, ha cambiado su dieta por una más saludable y tiene que tomar medicamentos.

“Últimamente, el otro también me está fallando, no trabaja al ciento por ciento”, señaló Meza, a quien en 1985 le diagnosticaron diabetes y presión alta.

EFE