Advertencia:
Esta columna podría afectar a lectores muy sensibles. No se recomienda su lectura a personas alérgicas a palabras de grueso calibre. Se ruega a las monjas de clausura y a las damas que ya empiezan a despedir olor a santidad, se abstengan de leerla. Si eres un adolescentes, menor de 30 años, te sugerimos leerla en la compañía de tus padres o bajo la supervisión de algún adulto responsable.
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¿Qué diferencia existe entre Middleborough, Massachusetts y Guadalajara, Jalisco?
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Pues que la primera queda en Estados Unidos y la segunda en México –respondió la tía Filomena.
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No, tía. Me refiero a una diferencia de madre entre estas dos ciudades.
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Pues que allá en Massachussets se dice “mother” y en Jalisco, “jefa”.
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Tía, no seas ingenua. La diferencia de madre entre ambas ciudades es que en Middleborough aprobaron una ordenanza que impone una multa a quienes madreen en público. De manera coincidencial, la ciudad de Guadalajara impuso un Récord Guinnes, al lograr la mentada de madre más sonora de la historia.
Mentar la madre es un deporte universal. El único requisito que se exige es que tanto el ofensor, como el ofendido, estén de acuerdo en que la expresión que emplean es ofensiva. De encime, ambos deben reconocer que el tono en que se pronuncia tiene la potencia y la intención de insultar.
Si un ruso me grita: “Yob tvoiu mat” con seguridad yo le respondo “Gracias”, porque no sospecho que el desgraciado excomunista me está mentando mi santa progenitora.
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¿Y por que le meten tanta madre a este cuento, mijo?
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Tía, desde cuando en muchas culturas consideraron que era socialmente importante resaltar el origen legítimo o bastardo de una persona, pues el insulto más ofensivo tiene que ver con la madre. Y, claro, poner en duda ese origen legitimo, es causa de los peores insultos.
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¡Ay mi madre! ¿Y cuántas madres aprobaron la multa en Middleborough .
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La multa fue aprobada por inmensa mayoría: 183 a 50.
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¿Y a cuánto asciende la multa?
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$20, por madrazo.
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¿Tanto escándalo por apenas $20?
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Antes era peor. Desde 1968 un madrazo se consideraba “delito criminal”. Pero para ser menos rígidos, degradaron la ofensa a mera infracción. Quienes ahora sienten que esa ordenanza viola su derecho a la libre expresión, se están aguantando las ganas de madrear a la policía de Middleborough.
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Y si vamos de visita a Middleborough ¿cómo nos enteramos de cuáles son las malas palabras?
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La autoridad tendrá que anunciar por prensa, radio y televisión: “¡Atención ciudadanos! Evítense una multa. Esta es la lista oficial de la palabras prohibidas…”
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¿Y qué aconteció en Guadalajara?
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Pues el gobernador de Jalisco, Emilio González, está por concluir sus seis años de gobierno. Y los ciudadanos, se encuentran cabreados desde cuando el gobernador los insultó en el 2008, con un “Chingue… a su madre”.
Así que cinco mil ciudadanos se trasladaron hasta el palacio de gobernación a despedirlo con el grito: “¡Emilio González chin… a tu madre!”
Gracias a ese destemplado coro -que alcanzó 122 decibeles de ruido- la ciudad de Guadalajara ostenta hoy el Récord Guinness “a la madreada más sonora de la historia”.
- ¡Mijo, Cállese ya esas orejas! Que estoy a punto de un soponcio.
VERBATIM
“Si las víctimas de los abusos financieros nos uniéramos para madrear en coro a los bancos, los sismógrafos del mundo reportarían un terremoto grado 7, en la escala de Richter”
Por: Armando Caicedo