SAN DIEGO,- Residentes de la zona fronteriza temen el impacto negativo que ocasionarían los planes por parte de Aduanas y Protección Fronteriza de construir casillas de inspección para los vehículos que se dirigen desde EE.UU. a México.

Residentes transfronterizos que cruzan diariamente por el paso fronterizo de San Ysidro, que separa San Diego de Tijuana (México) temen que se repita la situación que se vive en el flujo sur-norte, en la que el tránsito puede tomar hasta tres o cuatro horas.

Chris Maston, quien supervisa para Inmigración y Aduanas los puertos de entrada en la frontera con México, dijo esta semana a Efe que pese a que la mayoría de sus esfuerzos están enfocados en los viajeros y bienes que cruzan desde México a EE.UU. también deben vigilar el tránsito en sentido sur.

“También tenemos una responsabilidad de incrementar revisiones de salida, a fin de reducir el flujo de armas y dinero ilícito utilizados en la guerra contra las drogas en México”, explicó.

Cerca de 102.000 personas cruzan a diario por San Ysidro en ambas direcciones, incluyendo 50.000 vehículos y 25.000 peatones.

El proyecto de modernización, que está previsto que esté concluido en 2016, busca mejorar la seguridad, eficiencia operacional y protección de los viajeros, de acuerdo con la Administración de Servicios Generales.

Gracias a este plan, que se espera cueste 577 millones de dólares, se incrementarían las líneas de tráfico hasta 34 en sentido norte y cada una de ellas contaría con dos casetas de inspección, en lugar de la única que opera actualmente.

El objetivo es disminuir el tiempo de espera a un promedio de 30 minutos, de acuerdo con las autoridades, aunque este ahorro potencial podría verse revertido por una mayor espera cuando quienes trabajan o estudian en EE.UU. regresen a sus hogares y tengan que pasar por alguna de las 12 casetas de inspección previstas.

Hasta el momento, cuando Inmigración y Aduanas realiza inspecciones de salida, éstas se efectúan con oficiales de pie entre los carriles, decidiendo qué vehículos revisar, con lo que ocasionan largas esperas.

David Flores, un arquitecto y especialista en esta materia, dijo hoy a Efe que han trabajado para tratar de determinar la forma en la que la salud de la comunidad local será impactada ante estos planes de construcción.

“Se ha comprobado que hay tasas de asma más altas entre niños por el tráfico actual de sur a norte, lo que se reduciría cuando termine la construcción, si se reduce el tiempo de espera a 30 minutos”, dijo.

Sin embargo, indicó que la situación empeoraría en caso de que se apliquen las inspecciones en sentido sur, con la revisión por parte de autoridades de EE.UU. antes de la que realizan las autoridades de México.

“El sufrimiento que Tijuana ha experimentado por décadas se convertirá en una realidad para EE.UU. Nos preocupan especialmente los niños y los peatones”, dijo Flores.