Todos nos hemos caído alguna vez, nos hemos cortado o hemos sufrido algún tipo de percance. Pero, ¿sabemos curarnos las heridas? Una especialista nos muestra cómo proceder ante este tipo de lesiones.

Sin embargo, en muchas ocasiones no se presta la atención necesaria a las heridas leves o se emplean remedios caseros que pueden retrasar la cura e incluso generar una infección.

Oscar Germán Torres de Castro, secretario general de la SEHER, afirma que “todas las heridas precisan atención por su posible sangrado, dolor y, sobre todo, por el riesgo de infección. Si no actuamos puede llegar a complicarse y siendo una herida menor, originar un problema mayor”.

Cuando la herida ha precisado puntos o es el resultado de una operación, a dichos cuidados debe sumarse un minucioso seguimiento de las indicaciones médicas.

Si, por el contrario, se trata de una lesión muy superficial esta “puede estar al aire para que se seque mejor”, comenta la enfermera. Pero si se localiza en ciertas partes del cuerpo, como las manos, es preferible taparla con un apósito para evitar que entre en contacto con

sustancias contaminantes como tierra o residuos, aclara.

Ahora bien, “ningún tipo de herida debe exponerse al sol”, destaca Peiró. Cuando la exposición resulte inevitable, la especialista recomienda tapar la herida ya que los rayos ultravioleta producen una “hiperpigmentación de la cicatriz”

VENDAS Y VENDAJES.

Las heridas tienen que mantenerse limpias. Así y salvo que el médico indique lo contrario, esta organización sostiene que hay que lavar la herida a diario con agua y jabón, enjuagarla y secarla suavemente con un paño limpio.

El siguiente paso es colocar el vendaje, que debe permanecer limpio y seco. Si se moja o se ensucia, es necesario cambiarlo de inmediato. También debe cambiarse tras un sangrado. Ha de hacerse después de limpiar la herida y aplicar sobre ella una presión moderada con un paño frío o una compresa de hielo para frenar la hemorragia. Asimismo, la Sociedad Americana del Cáncer desaconseja rascarse la herida y quitarse las costras.

Cuidar cada tipo de herida de la manera adecuada resulta esencial para que cicatrice correctamente. Según explica Peiró, una mala cicatrización deja una marca que no se atenúa con el tiempo y que permanece muy visible.

Para evitarlo, la Sociedad Española de Heridas recomienda acudir a un profesional sanitario que controle y supervise todo el proceso. “Es importante que el médico explique claramente al paciente los pros y los contras de cada tratamiento para que se familiarice y comprometa con él”, destaca Xavier Santos Heredero, presidente de la SEHER. El especialista considera que esto es “básico” para una pronta recuperación.

EFE