SAN DIEGO.- Los Padres de San Diego siguen hundidos en el frío sótano.
Ahora fueron los Rojos de Cincinnati lo que acabaron con una “buena racha” que habían iniciado los Carmelitas, en una temporada que ha sido francamente mala para el equipo local.
La raquítica asistencia al partido del viernes, pese a que los aficionados no le pierden la fé, fue una muestra clara que Los Padres no han despertado y su bateo sigue siendo muy anémico e irregular.
Apenas iniciaba el juego y el primer bateador de los Rojos, Zack Cozart, con una cuenta de 3 bolas y 2 ‘strikes’ bateó un tremendo lineazo que superó la valla del jardín izquierdo, para que los visitantes se pusiera 1-o arriba.
Luego vino el dominio absoluto del pitcher Bronson Arroyo quien dio de comer en la mano a los Frailes para un estupendo trabajo de 3 hits por parte del rubio “cabello de toronja” al que nunca le pudieron descifrar sus lanzamientos.
De hecho, Arroyo sólo permitió aislados sencillos de Will Venable, Yasmani Grandal y Chase Headley, este último quien entre parentesis hizo estupenda atrapada a un líneazo que se proyectaba a su izquierda, en la tercera base, pero ya no pudo sacar en la inicial, porque fue rebasado por el gran esfuerzo que tuvo que hacer para detener el cañonazo.
Los Padres de San Diego, que habían logrado ganar seis juegos en fila se opacaron ante el gran brazo de Arroyo, “la pólvora quemada” al momento de batear, y solamente pudieron poner a un hombre en la segunda base.
Al final, un 6-0 contundente y para el domingo, la serie era ganada por los visitantes, abriendo la pausa para el Juego de Estrellas, en espera de que la segunda vuelta sea menos mala para estos alicaídos Padres.
Horacio Rentería
Ellatinoonline.com