Los Ángeles, 12 jul (EFE).- Activistas hispanos lamentan que más de ocho millones de residentes permanentes no se hayan convertido en ciudadanos, por lo que siguen desprotegidos ante políticas agresivas contra los inmigrantes y se pierde influencia política.

«Cada persona que como residente permanente califica y no tramita su ciudadanía debe de ser consciente del daño que provoca individualmente a toda la comunidad inmigrante al no ejercer todos sus derechos de ciudadano», dijo a Efe Juan José Gutiérrez, presidente de la Coalición Vamos Unidos USA.

Gutiérrez explicó que la «residencia no es garantía de que siempre van a permanecer en EE.UU.», porque si residen en estados con políticas antiinmigrantes y tienen la desgracia de incurrir en una falta menor «corren el peligro real de que se les puede enjuiciar y deportar».

Gutiérrez destacó que los más de ocho millones de residentes permanentes que no reclaman su ciudadanía son una fuerza política que se está perdiendo por no poder votar.

«En la comunidad hispana si todos los que pueden adquirir su ciudadanía pudieran votar con ese poder podríamos poner presión sobre los políticos para atender las demandas más sentidas de nuestra comunidad como una reforma migratoria justa e integral», aseguró Gutiérrez.

El activista recordó que hasta principios de los años 90 la comunidad mexicana era la que tenía el índice más bajo de naturalización, pero que esa situación ha cambiado al darse cuenta de los «beneficios que les pueden heredar a los hijos a través de su ciudadanía».

Lizette Escobedo, directora nacional de Fondo Educativo de la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Elegidos (NALEO), dijo a Efe que, según cifras del Departamento de Seguridad Nacional, en EE.UU. hay 12 millones de residentes permanentes de los cuales 8,2 millones ya son elegibles para tramitar la ciudadanía.

«De los 8,2 millones de elegibles a la ciudadanía el 44 por ciento nacieron en países latinoamericanos, y en California específicamente hay 3,3 millones de residentes permanentes de los cuales 2,3 millones ya pueden tramitar la ciudadanía», explicó Escobedo.

«Nuestra comunidad latina tiene varios siglos de estar aquí, aquí han nacido sus hijos, pagan impuestos, trabajan y así contribuyen a la grandeza de este país» aseguró Escobedo, que agregó que lo único que les falta es ser ciudadanos.

Francisco Rivera, presidente de la Mesa Redonda Centroamericana, explicó que «hay muchas personas que no hacen el trámite, porque no tienen los 680 dólares que cuesta el trámite de ciudadanía y cuando son varios en la familia los costos no están al alcance de sus salarios».

«Pero es necesario que las familias de bajos recursos sepan que pueden llenar una solicitud de exención de pago al Departamento de Inmigración y Ciudadanía y si comprueban que están en la categoría de bajos ingresos no pagarán los 680 dólares», aseguró.

Rivera aconsejó que, para informarse mejor de manera gratuita, las familias deberían asistir a las ferias de ciudadanía que organiza habitualmente la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos (NALEO).

Antonio González, presidente del Instituto William Velázquez, dijo a Efe que «con la crisis económica todo se fue para abajo, la tasa de naturalización se cortó por más de la mitad porque la gente no tiene dinero para pagar por los trámites, que el Gobierno los ha puesto demasiado caros».

«Tanto el Gobierno de George W. Bush como el de Barack Obama no han destinado fondos para estimular con campañas fuertes, a través de las organizaciones, que la gente tramite su ciudadanía», finalizó.

Un gupo de inmigrantes Medina toman juramento durante una ceremonia de ciudadanía. EFE/Archivo