SAN DIEGO,- Mujeres latinas que trabajan en campos agrícolas y fábricas estadounidense no sufren sólo de acoso sino de abuso sexual.

Ello lo confirman casos como el de Patricia Medina, quien ocultó su embarazo originado en una violación por parte de un supervisor, según la investigación que lleva a cabo la organización defensora de derechos humanos America’s Watch.

Un reporte difundido por esta organización relata que Patricia llegó a este país, procedente de México, cuando tenía 21, hace 6 años.

Agrega que el mayordomo (foreman) solía recoger a los trabajadores y los dejaba, al final del día, en una gasolinera en la ciudad de donde ellos se transportaban en camiones a sus casas.

Uno de esos días, el jefe de la cuadrilla dejó a los empleados en la estación de gasolina, con excepción de Patricia. El habría dicho al resto de los trabajadores que iba a ir por agua más fría, pero en vez de eso, llevó a María a un lugar retirado.

“De ahí, él no dijo nada, sólo me miró fijamente. Yo me estaba poniendo un sombrero y una banda (que cubría mi cara) y él preguntó: ¿qué tienes ahí? ¿Un animal? Yo sabía que quería hacer algo conmigo”, afirmó Patricia.

Entonces, continuó, el hombre amarró sus manos con una bandana, le quitó la ropa por la fuerza y abusó de ella. “El me lastimó y lo hizo contra mi voluntad”, aseguró.

Señaló que desde entonces ha vivido humillada, con sentimientos encontrados y sus derechos como mujer pisoteados, “me siento mal, porque aquí vivo sola, mi familia está en México y ellos no saben exactamente lo que me ocurrió”.

Aunque le reveló a su madre que se encontraba embarazada, no quiso contarle acerca de su violación, “porque yo no quiero que se enferme”.

Por su condición de inmigrante indocumentada, continúa America’s Watch, “sin orientación, ella sólo sabe que nunca llenaría un reporte con la policía: “yo tenía miedo que me encarcelaran y que ellos me enviaran a México porque estaba como ilegal”, dijo.

Patricia declaró que el mayordomo no fue perseguido y sentenciado por su delito, y en vez de ello, la policía lo arrestó y habría contactado a las autoridades de inmigración, para que lo deportara del país. “Desafortundamente”, continúa el reporte, “esto no significa que él esté completamente fuera de la vida de Patricia, pues ella ha oido versiones entre sus familiares que plantea regresar a los Estados Unidos y ver al niño”.

“Yo no sé que voy a decir a mi hija cuando ella sea más grande”, agregó ella. La vida de Patricia, concluye el reporte, es como la de miles de mujeres abusadas por hombres con poder dentro de las empresas, que aprovechan la vulnerabilidad de estas empleadas para someterlas, sin que se estos hombres reciban –en la mayoría de los casos- el justo castigo, y las empresas, la sanción económica y legal que corresponde conforme a la ley.

Horacio Rentería

Ellatinoonline.com