En la escala de diversión, probablemente colocaría las compras de regreso a la escuela inmediatamente por encima de la vacunación antigripal y la preparación de las declaraciones de impuestos. Más allá de lo complicado que es ver qué necesitarán nuestros niños para el nuevo año escolar y arrastrarlos hasta el centro comercial, es todo muy costoso.

Por ejemplo, nuestro hijo insiste en reemplazar su guante y su bate de béisbol al entrar a 7° grado. (Tiene razón, su guante de cuatro años ha visto tiempos mejores.) Además, nuestra hija comenzará a jugar fútbol y necesita zapatos para fútbol –los buenos no son económicos y el calzado es algo en lo que no debemos escatimar.

Hace ya varios años que mi esposa y yo aprendimos la lección y comenzamos a guardar dinero cada mes para gastos los inevitables – e imprevistos – que surgen cada otoño. Mediante prueba y error – y siguiendo los consejos acertados de nuestros padres – hemos elaborado una lista de control para el presupuesto escolar:

Primero, calcule cuánto puede gastar en las compras escolares sin agotar su presupuesto general ni acumular deudas. Obtener descuentos no servirá de mucho si termina pagando intereses sobre saldos impagos.

Luego, haga una lista integral de los gastos previstos para cada niño y cree un fondo de reserva para gastos imprevistos.

Pruebe estas estrategias:

• Analice las cuentas de los años anteriores y compare notas con otros padres más experimentados.

• Pregunte en la escuela qué artículos debería comprar. Haga compras junto con otras familias para aprovechar descuentos y ofertas al por mayor.

• Reparta la compra de ropa a lo largo del año para que no les quede todo chico de una sola vez; además, de este modo podrá aprovechar las ofertas de fin de temporada.

• Revise el código de vestimenta escolar para no gastar dinero en ropa inapropiada.

• Antes de comprar ropa o accesorios nuevos, busque artículos “poco usados” en los clóset de sus niños mayores, amigos y vecinos, ventas de garaje, tiendas y almacenes de segunda mano y en sitios como Craig’s List.

• Averigüe el costo de las actividades extracurriculares (atletismo, música, arte, etc.). Piense en cosas como uniformes, cuotas de membresía, lecciones particulares, excursiones, bocadillos, etc.

• Compare costos, conveniencia y valor nutricional de los almuerzos escolares y los bocadillos que prepara usted mismo.

• Conozca la política escolar con respecto a la vacunación y qué cubre su seguro – o a qué vacunas puede acceder gratuitamente en ferias de salud o clínicas comunitarias.

• Calcule gastos de transporte público, autobús escolar o viajes compartidos.

• Al comprar por internet puede ahorrar dinero, tiempo y combustible, pero no olvide los gastos de envío y de devolución, que podrían acabar con lo ahorrado por comprar en la web. Si sus niños tienen la edad suficiente, encárgueles las comparaciones de las compras en la web.

• Recorte cupones de periódicos y de internet. Muchas tiendas ofrecerán el mismo precio de la competencia incluso si sus artículos no están en venta. Además, muchos sitios web de consolidación publican cupones para descargar y códigos de ofertas para tiendas minoristas.

• Las aplicaciones de compras móviles posibilitan que los usuarios de teléfonos móviles e inteligentes escaneen los códigos de barra de los productos en la tienda para realizar comparaciones, leer comentarios, descargar cupones, comprar productos y mucho más, todo en el momento.

Algunos padres dudan si llevar o no a sus hijos a hacer las compras. Yo pienso que vale la pena para que puedan escuchar y asimilar el proceso de tomar decisiones y entender cuánto se puede gastar. Creo que mis hijos están cansados de oírme decir: “compraré esta marca de ropa interior porque es más barata, lo cual nos dejará más dinero para comprar una chaqueta de mejor calidad”.

Para concluir: las compras de regreso a la escuela pueden ser tediosas, pero si planifica cuidadosamente, se ahorrará tiempo, dinero y molestias.

Por Jason Alderman