SAN DIEGO.- Una función que tuvo una notable disparidad entre los contendientes arriba del ring, pero que no dejó por ello de agradar al público que se dio cita en Four Points by Sheraton Hotel.

La función arrancó con la pelea a 4 rounds entre Donald Anderson, de Columbus, Ohio, y José Jesús Hurtado, de San Ysidro. Una contienda de un sólo lado, con el moreno Anderson propinándole una paliza a un Hurtado que se evidenció lento, sin imaginación, fuera de distancia y hasta con exceso de peso frente a la agilidad de su rival.

Al final, una decisión unánime que no dio lugar a controversias.

Donde si surgen dudas fue en la segunda de la noche, en la que el ensenadense Christian Salgado se fajó como los buenos con Jesús Rojas, de Columbus, Ohio, que hizo su debut, pero que no pareció traer gran cosa en sus puños. Aunque el de Ensenada mostró mayor habilidad y pareció haber hecho un poco más para merecer el triunfo, no lo vio así el jurado, quien en una decisión dividida muy cuestionable, vio ganador al de Ohio.

Justo al término del combate se acercó un aficionado y le gritó a Christian: ¡no te la creas mi’jo, tu ganaste!, lo que pareció más cercano a la realidad.

Otra pelea dispareja fue la que tuvieron Oscar Godoy, un boxeador de Escondido que venció con relativa facilidad a Richard Margraves, al que de paso quitó lo invicto.

Un boxeador que si veloz, con buen alcance y contundencia de puño que superó con facilidad a su rival fue Eduardo ‘El Lobito’ Rivera, un peleador nativo de Mérida de Yucatán quien venció en forma contundente a Adolfo Landeros, un tepiteño del DF, que se vio fuera de forma y no mostró gran cosa, de no ser sus ‘aspavientos’

Con su victoria incuestionable ‘El Lobito’ mantuvo su calidad de invicto, ahora con 8 victorias, 1 empate y 3 encuentros resueltos por la vía rápida del Knock Out.

Una de las sorpresas agradables de la noche la dio Emmanuel Robles, el joven nativo de Cayuca, México, quien mostró su fina y buena técnica, que es un púgil que no se quiere comer el pastel en cuanto toca la campana. Que espera, estudia al rival, y luego aprovecha su largo alcance y velocidad para avasallarlo.

La última pelea, a seis rounds, aunque se resolvió pronto fue, al principio ‘de toma y daca’ entre el poderoso Jonathan García, de Watsonville, California y justamente apodado “El Gallo de Oro” y el tijuanense Pedro Arcos. Aunque el tijuanense sorprendió, al principio, derribando a García, éste último se sobrepuso y después de enviarlo a la lona varias veces, le dio un gancho de derecha que estuvo a punto de conmocionarlo y requirió de la asistencia de los médicos.

Horacio Rentería

Ellatinoonline.com