Los niños con desórdenes neurológicos tienen mayor riesgo de morir a causa de la gripe, según un estudio divulgado por los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos.

Los investigadores encontraron que el número de muertes pediátricas asociadas al virus H1N1 durante la pandemia de 2009 fue cinco veces mayor que el promedio registrado en temporadas de influenza de años anteriores.

Además, el 68 por ciento de estas muertes se correspondieron con menores que tenían problemas médicos previos.

De los 336 menores de 18 años que fallecieron ese año por complicaciones a causa de la enfermedad, 146 (el 64 por ciento) tenían un desorden neurológico como parálisis cerebral, epilepsia o alguna discapacidad intelectual, según el informe.

«El alto porcentaje de muertes pediátricas asociadas a desórdenes neurológicos durante la pandemia del virus H1N1 en 2009 fue un recordatorio sombrío del daño que la influenza puede causar en los niños con desórdenes neurológicos y de neuro-desarrollo», declaró Lyn Finelli, jefe del equipo de observación y respuesta de brotes de la División de Influenza de los CDC.

El estudio encontró que entre los niños que tenían algún desorden neurológico de los cuales se tenía información disponible sobre su historial de vacunación, sólo 21 de ellos (el 23 por ciento del total) había sido vacunado contra la gripe estacional y sólo 2 de ellos (el 3 por ciento) estaban completamente cubiertos para la pandemia de H1N1 de 2009.

Los investigadores encontraron además que entre las complicaciones más comunes que padecieron los menores con desórdenes neurológicos relacionados con la gripe se encuentran la neumonía y el síndrome respiratorio agudo (ARDS).

Al menos un 75 por ciento de los niños con alguna condición neurológica que murieron de alguna problema relacionado con la pandemia provocada por el virus H1N1 en 2009 también tenían alguna otra condición que aumentaba su riesgo a padecer de complicaciones.

Entre esas condiciones, el estudio de los CDC cita algún desorden pulmonar o metabólico, así como enfermedades del corazón o alguna anormalidad cromosómica.

«La gripe es particularmente peligroso para las personas que pueden tener problemas con la función muscular, pulmonar o dificultad para toser, tragar o despejar fluidos de sus vías respiratorias», aseveró Georgina Peacock, coautora del estudio y pediatra del Centro Nacional de Defectos Congénitos y Discapacidades de los CDC.

El reporte, publicado en Journal Pediatrics, subraya la importancia de que se vacune a los menores con desórdenes neurológicos para protegerlos de este tipo de riesgos.

Para crear mayor consciencia sobre el problema, los CDC han sellado una alianza con la Academia Americana de Pediatría y otras organizaciones que trabajan con grupos de alto riesgo.

Los CDC recomiendan la vacuna contra la gripe estacional para todas las personas mayores de seis meses, en especial los niños pequeños, las mujeres embarazadas y quienes viven o cuidan a personas con alto riesgo de desarrollar complicaciones relacionadas con la influenza.

Entre las principales complicaciones de la gripe se encuentra la posibilidad de desarrollar neumonía bacteriana, infecciones de oído, infecciones sinusales, deshidratación y empeoramiento de condiciones médicas crónicas, tales como insuficiencia cardíaca congestiva, asma o diabetes.

La temporada de influenza en Estados Unidos se extiende generalmente desde octubre hasta mayo, con una mayor actividad entre enero y febrero.

EFE

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