Hempstead (EEUU), 17 oct (EFE).- La polémica ley que criminaliza a los inmigrantes indocumentados en Arizona fue el centro de la batalla dialéctica sobre políticas migratorias hoy entre el candidato demócrata, Barack Obama, y el republicano, Mitt Romney, en el segundo debate por la presidencia.
Ambos contendientes apostaron por reformar la actual situación de las leyes migratorias en el foro público de la universidad Hofstra de Hempstead, en el estado de Nueva York, en lo que fue su primer cara a cara sobre inmigración durante la campaña.
Romney aprovechó la ocasión para acusar a Obama de incumplir su promesa de cambiar la legislación migratoria en el país durante su mandato, algo que iba en su programa electoral de 2008, a lo que Obama contestó asegurando que hizo «todo lo que pudo» e insistió en que planteó la reforma, pero se encontró bloqueado por el Congreso.
«Es muy difícil para republicanos en el Congreso apoyar una reforma migratoria integral si quien lleva su estandarte ha dicho que no es algo que le interese apoyar», explicó Obama, quien insistió en su interés en «arreglar el sistema».
El demócrata señaló que Romney consideró la polémica ley de Arizona, que autoriza a pedir la documentación a una persona que por su aspecto sea sospechosa de ser inmigrante, como «un modelo para la nación», algo que el republicano quiso matizar.
«Dije que la parte de la ley de Arizona que indica que los empleadores podrían determinar si alguien está aquí ilegalmente, que eso era un modelo para la nación», apuntó Romney.
El republicano y el demócrata apostaron por ser duros y perseguir a los criminales que se encuentran en EE.UU. ilegalmente, pero Obama indicó que Romney fue contrario durante las primarias de su partido al Dream Act, una ley pensada para allanar el camino hacia la ciudadanía para los estudiantes en situación irregular.
Romney dijo que está a favor de entregar más visados y tarjetas verdes («green cards») a estudiantes con titulaciones científicas.