Los Ángeles.- Luis Faura es un empresario que ha llevado la empresa de alimentos fundada hace cuatro décadas por su abuelo, un inmigrante cubano, a exportar sus productos a Latinoamérica, Europa, África y Asia.

Cuando era niño, Faura esperaba expectante sus vacaciones escolares, pero en vez de jugar con sus amigos prefería compartir el tiempo con su abuelo, acompañándolo en las labores diarias en un negocio de alimentos que había fundado.

Siguiendo la estela de su abuelo, Faura es ahora el presidente y director operativo de la compañía C&F Foods, que hace 12 años realizó una inversión de ocho millones de dólares para procesar alimentos orgánicos.

«Llegamos a Miami a empezar de cero y sin ningún recurso pues todo lo perdimos al salir de Cuba. Sólo nos dejaron sacar tres mudas de ropa a cada uno», explicó a Efe José Gustavo Fernández, abuelo de Luis Faura.

La familia llegó a EE.UU. en 1962 y en 1965 se mudó para California, con el objetivo de salir adelante y lo lograron gracias a «trabajar duro y no tenerle miedo al trabajo», explicó su nieto.

Faura recordó cómo de pequeño lo llevaban por las noches mientras los familiares limpiaban oficinas pues no había con quién dejar a los niños.

«Mi abuela y mi mamá trabajaban de noche en un taller de costura y ésa es una de las cosas lindas de este país, las oportunidades para cualquier persona», dijo.

En 1975, José Gustavo Fernández se alió con los españoles Antonio y Fermín Campos y fundaron la compañía F&C Foods. «Era algo muy pequeño, para empacar frijoles y arroz», recordó el abuelo, que años después les compró su parte a los Campos.

«En ese tiempo comprábamos 30 sacos de frijoles negros y hoy en día estamos comprando miles de toneladas al mes», señaló.

Hoy en día, C&F Foods es una procesadora y distribuidora de alimentos con sede en City of Industry, al este de Los Ángeles, aunque posee además plantas en otros seis estados del país, que ha recibido importantes reconocimientos por su crecimiento y su beneficio a la comunidad.

Cuando se graduó de la universidad a Luis lo invitaron a trabajar en la empresa, «esta vez sí con salario pues cuando venía en las vacaciones sólo me invitan a almorzar», recuerda con humor el presidente de C&F Foods, que ha estado al frente de la compañía desde 1998.

Comenzó en el departamento de compras pero su gusto por el trabajo y su curiosidad lo llevaron a conocer todas las facetas del negocio.

«Me entregué a la empresa y quería hacer de todo. Aprendí ventas, contabilidad, operaciones, todo», recordó Faura.

«Yo he seguido la filosofía mi abuelo: no tenerle miedo al trabajo, ser conservador y muy enfocado en lo que uno hace y administrar con cuidado», explicó sobre la base de su éxito.

Además de su exitoso trabajo como ejecutivo, Faura es presidente de la Junta de Gobierno de la Universidad de La Verne, forma parte de la junta de directores de Padres Contra el Cáncer, es asesor de una escuela local.

Y parte del secreto para que el tiempo alcance para tanto es la ayuda que siempre ha recibido de su esposa: «La mejor amiga mía es mi mujer: ella ha sido la razón por la cual he podido dedicarme a tantas cosas. Ella siempre me ha apoyado en el hogar cuidando de mis tres hijas».

Y para lograr el éxito en un negocio familiar hispano, aseguró que «lo más importante es la perseverancia: no dejar de luchar y nunca rendirse. No importa los obstáculos, tienes que seguir luchando y nunca tenerle miedo al trabajo», concluyó Faura.

El fundador de la compañía C&F Foods, José Gustavo Fernández (i.) y su nieto, el presidente y director operativo, Luis Faura (d.) posan para una fotografía frente a uno de los trailers que transportan en City of Industry, al este de Los Ángeles. EFE