San Diego.- La activista hispana Norma Chávez-Peterson asumirá el cargo de directora asociada de la oficina en San Diego de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), desde donde trabajará por los derechos de los inmigrantes.
«Soy una inmigrante mexicana pero mi esposo es afroamericano y tengo dos hijas biraciales. Es una gran oportunidad de crecimiento profesional. Tengo muchos años de trabajo en el sector comunitario y con los tremendos recursos de la ACLU vamos a trabajar para avanzar los derechos civiles», dijo Chávez-Peterson a Efe.
Indicó que buscará integrar las diferentes áreas de trabajo de la ACLU, tanto legal, de desarrollo de políticas y organización comunitaria, para beneficiar a los sectores marginados locales y derechos como los de libertad de expresión.
«Seguiremos dando énfasis a la protección de inmigrantes debido a que la Patrulla Fronteriza opera sin muchos balances y contrapesos a fin de hacer mayor su transparencia y asegurar que respeten derechos humanos, civiles y constitucionales de inmigrantes», señaló Chávez-Peterson, líder comunitaria desde los 15 años.
«Fui una de las organizadoras de la gran marcha local de 2006. Hay mucha gente a nivel local que vive escondida y con temor. Tenemos muchas familias de estatus mixto con miembros indocumentados, ciudadanos y con residencia bajo el mismo techo. La interrelación de esos asuntos con la educación, particularmente la pública, será parte de nuestra misión», agregó.
Entre las medidas a las que dará prioridad a nivel estatal, dijo Chávez-Peterson, está volver a introducir el «Acta de Confianza», vetada por el gobernador Jerry Brown en septiembre, que busca impedir que personas detenidas por crímenes menores por policías locales sean referidas a Inmigración.
ACLU tiene cerca de 10.000 miembros en San Diego a quienes la activista busca involucrar para que tengan una voz en el proceso político, además de informar a la comunidad latina sobrecómo pueden defender sus derechos.
«Venimos a este país para tener más oportunidades. Queremos asegurarnos que no solo los latinos sino otras comunidades pobres tengan el mismo acceso a programas que van a asegurar que mejoren su vidas, a través de la educación y la reforma del sistema penitenciario», destacó Chávez-Peterson.
Nacida en La Piedad, Michoacán, Chávez-Peterson dijo que su mamá, Esperanza, una madre soltera que tuvo siete hijos, la trajo a EE.UU. sin documentos cuando tenía cinco años, por lo que ella entiende la importancia de transformar el sistema legal de inmigración.
«Mi mamá trabajó en el campo y limpiando oficinas. Siempre nos enseñó la importancia de la caridad pese a que batalló mucho para sobrevivir. Nunca ha perdido su sonrisa y nos enseñó a ayudar al prójimo, especialmente el inmigrante, sin olvidar de dónde venimos y dando a los que tienen menos que nosotros», indicó.
Estudió en la escuela secundaria en Chula Vista, donde estos valores familiares de caridad se conectaron con su conciencia política de transformar instituciones para ayudar a través de su contacto con estudiantes chicanos de Mecha, de la Universidad Estatal de San Diego, que hacían trabajo de mentoría.
«Entonces se me empezó a abrir el mundo. No nos enseñan esa historia en la escuela. Empecé a entender la historia de mexicanos, el movimiento chicano, el de derechos civiles. Luego conocí al legendario activista Roberto Martínez, quien organizaba demostraciones en la frontera para revertir el sentimiento antiinmigrante a consecuencia de la ley 187», dijo Chávez-Peterson.
«Comencé a conectar todo. Es bueno ser caritativo pero hay estructuras políticas que tenemos que cambiar para que la gente tenga una mejor vida. Mientras iba a la universidad, mi trabajo en el sector comunitario comenzó con el programa AmeriCorps en apartamentos donde había problemas de drogas», señaló.
Para Chávez-Peterson, una de las prioridades de la ACLU debe seguir siendo el remediar los problemas relacionados con la reforma del sistema de justicia criminal y el acceso equitativo a la educación.
«Gastamos en el estado entre 7 y 8.000 dólares al año en educar a niños hasta el grado 12, y cerca de 56.000 dólares en reos en el mismo periodo. Como sociedad tenemos que decidir dónde invertimos nuestros recursos», indicó.
Otros temas de importancia para la ACLU a nivel local bajo su dirección, dijo Chávez-Peterson, son las cuestiones de salud reproductiva para las mujeres y la igualdad sexual y de género para las comunidades LGTB.
Finalmente, Chávez-Peterson destacó que como parte de sus esfuerzos para que la comunidad hispana sepa sobre el trabajo de la ACLU y se involucre con ella han lanzado una campaña en español que incluye la página de internet «miaclu.org».