Tucson, 8 ene (EFE).- Decenas de personas cambiaron hoy sus armas de fuego por una tarjeta para comprar comida en el segundo aniversario del ataque en contra de la excongresista de Arizona Gabrielle Giffords, que cobró la vida de seis personas en Tucson.
«Creo que ésta es muy buena idea de darle la oportunidad a las personas que ya no quieren sus armas de poder entregarlas», dijo a Efe Héctor Barragal, residente de la ciudad de Tucson, al sur del estado, quien entregó un rifle de caza modificado calibre 22.
Las armas fueron entregadas al Departamento de Policía de Tucson (TPD) en una de sus estaciones en el centro de la ciudad.
Barragal aseguró que lo que más le animó a entregar su arma fue la tarjeta para poder comprar comida con un valor de 50 dólares.
En su opinión, este tipo de eventos promueven la seguridad ya que las armas son entregadas directamente al Departamento de Policía y no caen en manos de otras personas las cuales, dijo, podrían tener malas intenciones.
El hispano expresó su respaldo a una mayor restricción a nivel nación de la venta de armas de alto calibre, pero asegura defender la Segunda Enmienda de la Constitución, la cual permite a los ciudadanos comprar armas de fuego.
«Lo único que creo es que no se deberían vender armas de alto calibre que puedan disparar tantos tiros», enfatizó Barragal, quien aseguró que no volverá a comprar un arma de fuego.
El evento fue organizado por Steve Kozachik, concejal del distrito 6 de Tucson.
«Queremos darle la oportunidad a las personas de entregar sus armas, si es que ya no las quieren», dijo Kozachik a Efe.
El organizador del evento señaló que durante la primera hora alrededor de 75 personas entregaron armas de fuego, entre ellas una mujer que dijo que tenía cuatro pistolas en su armario desde que su esposo falleció.
«Tuvimos otro individuo que me dijo que su hermano se suicidó hace seis meses y para él ésta era una forma de cerrar este capítulo tan triste de su vida», relató el concejal.
Actos como el de hoy, dijo el concejal, son muy importantes para la comunidad de Tucson, que hace dos años vivió el dolor por el ataque en contra de la excongresista Giffords, en el que además otras 13 personas resultaron heridas.
Kozachik reconoció que quizás este tipo de eventos no evite tragedias como las ocurridas en Tucson o la muerte de 20 niños en Connecticut, pero sí quizás un accidente con un arma de fuego dentro de un hogar.
«Muchos padres con niños pequeños no quieren las armas de fuego en sus casa», enfatizó el concejal.
En total se entregaran durante el día 230 tarjetas por armas de calibre 22 o mayor funcionen o no.
Para este evento se recaudaron más de 10.000 dólares, por lo que no descarta que un futuro se puedan llevar a cabo otros similares.
La entrega de armas a cambio de una tarjeta para comprar comida despertó las críticas de personas que apoyan la Segunda Enmienda y consideran que ésta no es la solución para prevenir más ataques con armas de fuego.
Una de estas personas es el senador estatal republicano Frank Antenori, quien se presentó en el mismo lugar, junto con otros compradores, para ofrecer dinero en efectivo por armas de fuego.
«Queremos comprar armas que tienen más valor que los 50 dólares en comida que les quieren dar», dijo Antenori a Efe.
Indicó que durante la primera hora y media habían podido comprar 30 armas de fuego, entre ellas rifles y pistolas.
En su opinión, la solución para prevenir tragedias como la ocurrida en Tucson no es la restricción en la venta de armas de fuego, sino el poner más atención a las personas con problemas mentales.
Por su parte, Fabián Pacheco, portavoz del Departamento de Policía de Tucson, dijo a Efe que todas las armas recolectas el día de hoy serán destruidas, excepto aquellas que hayan sido reportadas como robadas previamente.
A través de toda la ciudad se llevaron a cabo varios eventos para recordar a las víctimas y los sobrevivientes del ataque, como una ceremonia frente de las instalaciones del Centro Médico Universidad (UMC) y a la hora del ataque se tocó 19 veces una campana en el centro de la ciudad.