Los Ángeles, (EFE).- La situación legal en el país afecta la salud mental de los jóvenes indocumentados, según las conclusiones de una conferencia académica celebrada en Los Ángeles, en la que un panel de inmigrantes compartió sus historias personales.
Acompañados de varios expertos de la universidad de California Los Ángeles (UCLA, en inglés) los jóvenes analizaron el efecto negativo que tiene el ser indocumentado en la salud mental y la estabilidad emocional de miles de adolescentes hispanos.
«No tengo ninguna duda de que la condición de indocumentados afecta profundamente los aspectos más íntimos de la seguridad personal de los jóvenes inmigrantes», dijo a Efe Carlos Juárez, miembro del grupo de apoyo a jóvenes indocumentados Collective of Immigrant Resilience through Community Led Empowerment (CIRCLE), de UCLA.
Juárez, que vino de México con sus padres cuando 13 años y cursa Estudios Chicanos y Sociología en UCLA, explicó que desde que llegó al país fue consciente de que no tenía papeles pero «no hablaba de ello con nadie, ni con profesores ni con amigos, por temor a la deportación».
Sin embargo, el momento en el que la realidad de ser indocumentado lo golpeó más fuertemente fue al finalizar la preparatoria y comenzó a aplicar para becas de ayuda universitaria, explicó.
«Cuando le pedí mi seguro social a mi papá y él mi explicó que yo no tenía, entendí que ello afectaba no sólo mi estudio en la universidad sino a las posibilidades de conseguir un empleo», dijo Juárez, quien recientemente obtuvo un permiso de trabajo gracias al programa Acción Diferida para Llegados en la Infancia (DACA, en inglés).
«Ahora tengo una sensación de mayor seguridad; tengo una licencia de conducción y no me van a deportar», señaló el joven, que, sin embargo, explicó que todavía teme por su madre, que no tiene permiso de residencia.
Según explicó el doctor Fernando Torres-Gil, uno de los organizadores del simposio, la condición de indocumentados que acompaña a estos jóvenes, muchas veces desde sus primeros años de infancia, crea «inseguridades, complejos y una sensación de desprotección y angustia».
El experto destacó que el miedo es uno de los factores más negativos en la vida de los jóvenes indocumentados, que continuamente sienten la amenaza de perder inesperadamente a sus padres y familiares.
«Las comunidades inmigrantes están siendo constantemente atacadas social y políticamente», declaró a Efe Imelda Plascencia, una de las coordinadoras de CIRCLE.
«Las implicaciones de la vida real están causando un daño mental, emocional y general a estas poblaciones. Es importante que nos eduquemos sobre estos temas para que podamos encontrar y desarrollar caminos innovadores para apoyar esta experiencia única», enfatizó Plascencia.
Durante la conferencia se afirmó además que varios estudios reconocen estos efectos negativos que produce la condición de indocumentados en los jóvenes hispanos.
«Los desórdenes de ansiedad y depresión mayor son dos de las condiciones de salud mental prevalentes que afectan a los jóvenes latinos», destacó un estudio elaborado en 2010 por las investigadoras Stephanie R. Potochnick y Krista M. Perreira.
El informe destacó que los jóvenes latinos presentan un índice más alto de síntomas de depresión (22 %) que los jóvenes blancos (18 %), asiáticos (17 %) y afroamericanos (15 %).
«Encontramos que las presiones migratorias aumentan el riesgo tanto de los síntomas depresivos como de ansiedad» en los jóvenes latinos de primera generación de entre 12 y 19 años que viven en Estados Unidos, afirma el estudio.