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— El aire interior de un coche en el que fuma una persona contiene tres veces m·s micropartÌculas contaminantes nocivas que los niveles lÌmite recomendados por la OrganizaciÛn Mundial de la Salud (OMS), de acuerdo a una investigaciÛn de la Universidad de Aberdeen en Escocia (Reino Unido).
— Los fumadores suelen pensar que abriendo la ventana o encendiendo el sistema de ventilación del coche pueden deshacerse del humo, pero la realidad es que los niveles de partículas en suspensiún siguen siendo demasiado altosî, según Sean Semple, uno de los autores del estudio.
— Investigadores del Hospital General Pediátrico de Massachusetts en Boston han descubierto que dos de cada tres padres que mantienen polÌticas antitabaco estrictas en el hogar, no adoptan la misma actitud en sus coches, lo que sugiere que no advierten los peligros de exponer a sus niÒos a los residuos del tabaco en un espacio tan confinado.
Las partículas en suspensión provenientes del humo del tabaco que se fuma dentro de un vehículo alcanzan niveles muy peligrosos, sobre todo para los niños, y el aire interior sucio sigue siendo nocivo incluso aunque haya ventilación.
¿Sabía que a medida que el aire está más limpio y libre de contaminación, las personas que los respiran tienen más probabilidades de vivir durante más tiempo? Lo ha sugerido una investigación efectuada en Estados Unidos por la Escuela de Salud Pública de Harvard.
En el otro extremo, diversas investigaciones recientes han comprobado que uno de los aires más sucios y nocivos que podemos llevar a nuestros pulmones no es el que se halla fuera de los automóviles, sino en su interior, cuando está contaminado por el humo de los cigarrillos.
Esta atmósfera enrarecida es especialmente dañina para los niños, de por si los más vulnerables al tabaquismo pasivo o humo de segunda mano, en cualquier tipo de ambiente.
Se calcula que en el humo del tabaco existen más de 4.000 compuestos químicos conocidos, que muchos son dañinos para la salud y que, al menos 40 de ellos, pueden ocasionar cáncer.
De acuerdo a una investigación de la Universidad de Aberdeen (UA, por sus siglas en inglés) en el Reino Unido, una de las forma más perjudiciales de inhalar estas partículas consiste en respirar el aire interior de un vehículo donde se está fumando, el cual supera con creces los límites establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Para su trabajo, los científicos escoceses estudiaron a 17 conductores voluntarios, 14 de los cuales fumaban, a quienes se les pidió que durante tres días realizaran sus desplazamientos habituales con su coche, tal y como acostumbraran hacerlo habitualmente, es decir fumando o no.
Los participantes efectuaron cerca de un centenar de viajes, con una duración promedio de 27 minutos, a bordo de 17 vehículos, en su mayoría coches familiares de tamaño mediano.
Aunque en el experimento no participaron niños, los investigadores midieron cada minuto los niveles de partículas finas respirables de materia en la parte trasera del coche, a la altura a la que habría estado la cabeza de un pasajero infantil.
Así comprobaron que en más de la mitad de los trayectos (49 de 85), el conductor fumaba hasta cuatro cigarrillos, y que durante esos 49 desplazamientos, los niveles de partículas del tabaco fueron de 85µg/m3 (microgramos por metro cúbico), más del triple del límite máximo de 25µg/m3 recomendado por la OMS.
Bajar las ventanillas
apenas ayuda
Por otra parte observaron que bajar las ventanillas o encender el aire acondicionado, no servía para limpiar el aire interior, ya que incluso si el conductor solo fumaba un cigarrillo y viajaba con las ventanillas abiertas, el nivel de partículas seguía superando el límite fijado por la OMS en algún momento del viaje.
“Los fumadores suelen pensar que abriendo la ventana o encendiendo el sistema de ventilación del coche pueden deshacerse del humo, pero la realidad es que los niveles de partículas en suspensión siguen siendo demasiado altos”, ha explicado Sean Semple, uno de los autores del estudio, al servicio de noticias científicas SINC.
Para Semple, es probable que la exposición al humo del tabaco y a sus componentes nocivos afecte especialmente a los pequeños. ¡Los niños tienen pulmones más pequeños, respiran más deprisa y tienen sistemas inmunitarios menos desarrollados, por lo que son más susceptibles de sufrir los efectos del humo del tabaco!, ha señalado el autor del estudio, publicado en la revista científica ‘British Medical Journal’.
Los investigadores de UA han evaluado las partículas con un diámetro inferior a 2,5 µm (micras), que se denominan PM2.5 y que, según la OMS, son más peligrosas para los fumadores pasivos.
De acuerdo a Semple, “las PM2.5 están relacionadas con enfermedades infantiles como la muerte prematura, la meningitis o el asma”.
La Asociación Médica Británica (BMA, siglas en inglés) ya ha solicitado que se aplique también a los coches la prohibición de consumir tabaco en los lugares públicos.
Porque la concentración de niveles de toxinas en los vehículos es 23 veces más elevada que la que existe en un bar donde se fuma mucho.
Según la BMA, los fumadores pasivos, aquellos que no fuman pero inhalan el humo que exhalan los fumadores y el que se desprende de sus cigarrillos encendidos, y que viajan en un automóvil, pueden llegar a tener serios problemas en los pulmones.
Este riesgo para la salud persiste incluso si el automovilista viaja en solitario, porque los compuestos tóxicos permanecen en el aire del vehículo y pueden ser peligrosos para quienes suban después al coche, de acuerdo a la BMA.
Aunque algunos países como Canadá, EE.UU. o Australia, han introducido legislaciones relacionadas con este asunto, centradas en la presencia infantil en los vehículos, para la doctora Vivienne Nathanson, directora del actividades profesionales de la BMA, ¡la mejor opción sería una prohibición total porque sería más fácil de controlar!.
Padres poco concienciados
“Es muy grave que en un coche cerrado, que es un espacio muy pequeño, vaya un niño con su padre fumando y que nadie le pueda llamar al orden, y que eso sea permitido apelando a la libertad del padre para intoxicar a su hijo”, ha señalado el doctor Juan José Rodríguez Sendín, que preside La Organización Médica Colegial (OMC) española.
Solo una cuarta parte de los padres que fuman adoptan una política antitabaco estricta en el coche, y casi la mitad no dejan de fumar mientras conducen con sus hijos, indica un estudio efectuado en ocho estados de EE.UU., por expertos del Hospital General Pediátrico de Massachusetts (MGHP, en sus siglas en ingles) en Boston.
Los investigadores también descubrieron que dos de cada tres padres que mantienen políticas antitabaco estrictas en el hogar, no adoptan la misma actitud en sus coches, lo que sugiere que no advierten los peligros de exponer a sus niños a los residuos del tabaco en un espacio tan confinado.
“Por algún motivo, el coche no se considera como un ambiente en que los niños se puedan exponer al humo del tabaco. Los padres creen que si bajan la ventanilla no pasa nada. Ahí es donde tenemos que intervenir y concienciar a las personas”, ha señalado la doctora Emara Nabi-Burza, autora del estudio y coordinadora de investigación clínica del Centro de Investigación y Políticas de Salud Infantil y Adolescente del MGHP.
Otra investigación publicada en la revista ‘Tobacco Control’, del ‘British Medical Journal’, ha revelado que permanecer 10 minutos en el asiento trasero de un coche con un fumador que viaja en la parte delantera aumenta la exposición diaria de un niño a los contaminantes perjudiciales para la salud hasta un 30 por ciento.
Son niveles superiores a las que están presentes en restaurantes, bares, y casinos, concluye la investigación.
1.- Sólo una cuarta parte de los padres que fuman adoptan una política antitabaco estricta en el coche, y casi la mitad no dejan de fumar mientras conducen con sus hijos, indica un estudio efectuado en ocho estados de EE.UU., por expertos del Hospital General Pediátrico de Massachusetts (MGHP, en sus siglas en ingles) en Boston.Foto EFE
2.- Los contaminantes procedentes del tabaco que se detectan dentro de los coches son superiores a las que están presentes en restaurantes, bares, y casinos. EFE
3.- Los fumadores suelen pensar que abriendo la ventana o encendiendo el sistema de ventilación del coche pueden deshacerse del humo, pero la realidad es que los niveles de partículas en suspensión siguen siendo demasiado altos. EFE/Bagus Indahono
4.- Los investigadores descubrieron que dos de cada tres padres que mantienen políticas antitabaco estrictas en el hogar, no adoptan la misma actitud en sus . EFE/Boris Roessler
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