NATIONAL CITY.- El tiempo para una reforma migratoria integral ha llegado y la legislatura federal y el presidente Barack Obama tienen que entender que ya no puede haber más demora y tiene que ser ahora.
Lo anterior lo afirmó durante su primera visita al condado de San Diego el congresista Luis Gutiérrez, uno de sus más firmes impulsores ante el Congreso Federal.
Invitado por el congresista Juan Vargas y acompañado por su hija Lucero, el legislador por Illinois, acudió a la iglesia Cristiana “One in Christ Church” en el 635 E. 7 Street, de National City.
Ante empleados domésticos y de los servicios pertenecientes a uniones de trabajadores locales, Gutiérrez escuchó desgarradores testimonios de indocumentados, quienes le expresaron el sufrimiento con el que han podido salir adelante –las más veces ocultándose y en las sombras- pese a la presión que han ejercido en su contra las autoridades de inmigración.
“No tienen porque ser deportados”, les respondió en un mensaje confortador el congresista por Chicago, quien reconoció que en tanto no se apruebe una reforma migratoria, la amenaza de una deportación siempre es latente.
“Es bien importante que entendamos que esta lucha es bien expansiva y tenemos que incluir a todos los sectores que trabajan aquí, y muchos nos olvidamos cuando comemos tomate, lechuga, cuando nos tomamos el vino, las fresas o las cebollas que usamos como condimento… que alguien tiene que cosechar y ese trabajo es fuerte, es sucio y muchas veces es peligroso”, diría poco después ante los trabajadores.
Durante los testimonies destacó el ofrecido por Tiberio, un trabajador indocumentada originario de Oaxaca y María Estrada, una joven mexicana a la que se le quebró la voz cuando recordó cómo ha tenido que vivir alejada de su familia (al tener que dejar a sus padres hace 21 años) para poder continuar en este país.
Por su lado, María Elena Durazo, secretaria para la Federación de Trabajo en Los Ángeles y presidenta nacional de la AFL-CIO, destacó que semanalmente los indocumentados dejan en Estados Unidos 56 millones de dólares no reclamados por los trabajadores, es un dinero que “se lo roban”.
“Todos los sindicatos en el país estamos comprometidos en un cien por ciento a pasar una reforma migratoria justa, humana, con derechos para los inmigrantes de este país; ese es nuestro compromiso”, dijo.
Durante su discurso, Luis Gutiérrez manifestó que el congresista Juan Vargas es hijo de trabajadores agrícolas mexicanos, y destacó su activismo desplegado a favor de su comunidad.
Por su lado Lee Saunders, presidente de AFSCME (Federación Americana de Empleados del Estado, Condado y Municipales, por sus siglas en ingles) , coincidió en que ya no puede haber más retraso y los legisladores tendrían que aprobar una reforma migratoria integral en un acto de justicia y reconocimiento al trabajo realizado por estos hombres y mujeres en favor de la productividad.
Horacio Rentería
Ellatinoonline.com