SAN YSIDRO.- Martha Orozco y Laura Cervantes comparte, sin proponérselo, dos historias de vida semejantes y que mucho enaltecen a estas dos mujeres Latinas.

El punto de unión entre ambas no es, sin embargo, que compartan una estrecha amistad aunque se hayan encontrado varias veces en el mismo sitio. Exacto su historia de vida paralela, son sus hijos, el fútbol soccer y el campo de juego.

Y es que la historia de Martha y Laura la comparten cientos de padres de familia (hispanos mujeres) y hombres todos los fines de semana. En realidad, son los héroes anónimos de las familias, pues a través del deporte logran que sus hijos se mantengan saludables.

Martha Orozco es madre de Ayo Shotomide, un niño por el que corre sangre Mexicana y nigeriana, y quien empezó a jugar al fútbol desde que cursaba el Kindergarten.

Pero para poder estar con tiempo en el campo de juego, la señora Orozco tiene que levantarse desde las 6:00 a.m., todos los sábados o domingos (dependiendo del día que va a jugar Ayo), pues tienen que darse un baño, y que el pequeña su uniforme, lo cual toma tiempo, porque sólo ponerse los ‘tacos o taquetes’ (zapatos de fútbol), no es una tarea tan fácil como se cree.

Otro factor a tomar en cuenta en este cotidiano esfuerzo de los padres de familia, es que muchas de las veces la madre o el padre se encuentran divorciados o separados, pero sea cual fue el caso, a la cita con el fútbol no pueden faltar.

Hoy el niño es integrante de la Academia del equipo Xoloitzcuintles en San Diego, tiene como sueño llegar a representar a Estados Unidos en las olimpiadas y su madre Martha expresa a El Latino de San Diego “el enorme orgullo que siento por él”.

Una historia similar vive la señora Laura Cervantes, quien todos los fines de semana lleva a su hijo Zahid Pinzón para que defienda los colores de su equipo, en su importante función como lateral o ala izquierda.

Aunque Laura se enfrenta a una situación de separación con su esposo Francisco Pinzón, los dos siguen pendientes de sus hijos, y con frecuencia se turnan la responsabilidad de llevarlos a los campos a entrenar o jugar.

Zahid inició su experiencia con el soccer en la Liga San Panchos de City Heights y ahora forma parte de la Academia de Xolos.

Ambos padres de familia los motivan y los ayudan a alcanzar sus sueños, en un esfuerzo que comparten en forma equitativa con sus entrenadores.

Dos historias de vida paralelas que es sólo un ejemplo de la importancia que los padres de familia juegan en el éxito (y aún fracasos) de sus hijos, porque sin ellos, simplemente no habría fútbol ni los entusiastas gritos de Martha y Laura de “¡no te duermas Ayo! o ¡defiende Zahid!.

Aquí es donde la comunidad latina y el fútbol sóccer se entrelazan para mostrar el lado más positivo de nuestra cultura.

Horacio Rentería

Ellatinoonline.com

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