Las actrices apuestan sobre seguro en la improvisada pasarela de los Óscar: palabra de honor, colores pastel y traje de largo convirtieron la alfombra roja de los premios más importantes del cine en una pasarela poco arriesgada, en la que destacaron Lupita Nyongo’o, Naomi Watts o Kate Hudson.

La alfombra roja de los Óscar es la más esperada del año, un foco en el que se concentran todos los flashes y que ha conseguido que las actrices opten por los valores seguros: palabra de honor, largo hasta los pies, tonos pastel y blanco. Menos riesgo, y por lo tanto, menos espectáculo.

A excepción de Lupita Nyongo’o, con un Prada en azul bebé hecho a medida, el “look” del resto de las actrices resultó bastante conservador. Fue el caso de Amy Adams, Cate Blanchett o Meryl Streep y, en cierto modo, hasta la propia actriz revelación no gustó tanto como en sus anteriores apariciones.

El estilo de la actriz de “12 años de esclavitud”, que finalmente se alzó con la estatuilla, sirve para dar cuenta de cómo la alfombra rojo de los Globos de Oro escala puestos, edición tras edición en esto del glamour, y este año ganó por goleada en estilo a los todopoderosos Óscar.

RIESGO MASCULINO

Contra todo pronóstico, el atuendo masculino de la alfombra roja gana en riesgo y variedad edición tras edición.

Lo que comenzó en ediciones pasadas con divertidas notas de color en pajaritas y corbatas, ha alcanzado este año al peinado y los pantalones.

Uno de los más llamativos ha sido el actor Jared Leto que ha sorprendido a propios y ajenos con el pelo suelto, chaqueta blanca de Saint Laurent, y una pajarita roja, con la que parecía salido de un baile de graduación.

PROTAGONISTAS SIN PROTAGONISMO

Siempre se espera mucho de las nominadas, aunque esta 86 edición casi todas optaron por siluetas discretas y colores poco arriesgados. Amy Adams, nominada por “American Hustle”, llegó de las primeras con un palabra de honor rematado en cola de sirena, firmado por Gucci Couture en azul klein.

O Sandra Bullock, que optaba por “Gravity”, con un sofisticado diseño de Alexander Mcqueen con escote corazón y azul petróleo, con el que consiguió superar la nota media de sus últimas apariciones.

Muchos confiaban en que Blanchet repitiera aparición estelar tras los Globos de Oro, favorita por su papel en “Blue Jasmine”, y lo cierto es que la actriz convenció con un Armani Prive de pedrería teñido de nude, pero no emocionó como hace unos meses.

Algo parecido le pasa desde hace tiempo a Julia Roberts -nominada por “Agosto”-, la que fuera novia de América y una de las más esperadas en la alfombra roja, se enfundó un Givenchy de encaje negro, que le daba un aire poco favorecedor y que, en conjunto, con sus últimas apariciones le ha hecho perder seguidores.

Y como guinda de la gala, parece haberse convertido en tradición la aparición de Jennifer Lawrence, que en esta 86 edición de los Óscar repitió nominación, vestido de Dior y… tropezón.

No llegó a caerse, pero parece que los vestidos de la mítica casa francesa no traen suerte a la actriz que para esta cita anual, eligió un diseño en rojo carmesí rematado con “peplum” -ribeteado en la cintura-.

El color blanco fue el común denominador de las más acertadas de la gala. Fue el caso de Naomi Watts, que domina el arte de la alfombra año tras año, esta vez con una silueta pegada al cuerpo de pedrería de Calvin Klein y la espectacular de Kate Hudson.

Con un Versace Atelier, Hudson, sin la presión de las nominadas, se atrevió con un pronunciado escote en pico y anchas hombreras que acababan en una capa, con el que parecía salida de una alfombra roja de los años veinte.

Tampoco defraudó la sofisticación de Charlize Theron, esta vez con un Dior de negro, hasta los pies y joyería de Harry Winston por valor de más de diez millones de dólares, ni Angelina Jolie con un Elie Saab de transparencias en tonos claros.

NOTAS DIVERTIDAS

Ellen Degeneres no solo ha conseguido divertir a la audiencia con sus chistes y bromas, sus cambios han llamado la atención.

Trajes de chaqueta y pantalón en blanco, rojo y negro, alegrado con toques brillantes, se vieron interrumpidos por un vestido de hada en rosa chicle.

Pero para notas divertida y espontánea en lo que a estilismos se refiere, el músico Pharrell Williams ganó por goleada. Nominado a mejor canción original, el actor optó por riguroso y tradicional esmoquin acompañado eso sí…. por bermudas.

Por Celia Sierra.

EFE/REPORTAJES