El primer trauma que sufre cualquier inmigrante recién llegado a este país se manifiesta cuando le preguntan ¿su estatura?

En 191 países sobre la Tierra yo mido 1.70 metros, pero no en Estados Unidos, Burma y Liberia. En estos tres países mido 5’ 7”

¿Por qué Estados Unidos continúa siendo el único país industrializado del mundo que aún no adopta el “sistema métrico decimal”?

¿Por qué razón continuamos utilizando -con imperial terquedad- un sistema medieval de medidas (pulgadas, yardas, millas, acres, galones) si una Ley de hace 148 años ordenó la adopción del “sistema métrico decimal” en Estados Unidos?

Un país tan desarrollado como Estados Unidos necesita continuar siendo un líder -no un seguidor- pero el liderazgo no consiste en contradecir, con arrogancia y terquedad, al resto de los países de la Tierra.

Si en Estados Unidos somos líderes en todos los campos de la inteligencia humana -ingeniería, computadores, medicina, tecnología, energía y ciencias espaciales -entre otros muchísimos campos- ¿por qué nuestros niños siguen obligados a memorizar datos tan confusos como que “8 onzas hacen una taza, 16 onzas hacen una pinta, 128 onzas hacen un galón, lo que equivale a que en un galón quepan 8 pintas”?

¿Será cierto que si un niño americano se memoriza que “12 pulgadas hacen un pie, 36 pulgadas hacen una yarda y 5.280 pies hacen una milla” podrá ser más inteligente que los niños del resto del mundo, que miden en milímetros, centímetros, metros y kilómetros agregando o quitando -de manera natural- simplemente ceros?

Con la adopción del “sistema métricos decimal”, nuestros estudiantes no gastarían tanto tiempo haciendo cálculos complejos, y las matemáticas, (que hoy son el “coco” del sistema educativo) se comprenderían con facilidad, causarían menos traumas en los niños y los adolescentes se interesarían mucho más en estudiar carreras vinculadas a las ingenierías y las ciencias.

¡Qué anticuados somos! ¡Carajo!

¿Por qué diablos nos complican la vida?

¿Por qué no medimos las temperaturas en “grados centígrados” como se hace en el resto del mundo?

Es que resulta tan fácil y natural: 0° (cero grados) es la temperatura de congelación del agua y 100° grados, el punto de ebullición del agua (cuando se convierte en vapor).

Pero para complicarnos la existencia, medimos en “grados Farengheit”, donde 0°F (cero grados -según el señor Farengheit- “es la temperatura estabilizada cuando se mezclan en partes iguales, hielo, agua y sal” (eso no lo entiende ni Mandrake el Mago)

Eso nos lleva a tener que memorizar que “el agua se congela a 32° grados Farengheit”; que “el agua empieza a hervir a 212°F”, y que según el amigo Farengheit: “96°F es la temperatura media, cuando el termómetro se sostiene en la boca o debajo de la axila de un ser humano, vivo y con buena salud”.

¿Será muy difícil migrar al “sistema métrico decimal”?

Es tan fácil -y natural- como cuando contamos dinero en esta Nación capitalista: “10 pennies hacen un dime y 100 pennies hacen un dólar”.

¡Por Dios! ¡No nos compliquen más la vida!

(fin)

VERBATIM

“El sistema métrico no ha pegado en Estados Unidos, a no ser que se tenga en cuenta la creciente popularidad de las balas de nueve milímetros” – Dave Barry

Por: © 2014 Armando Caicedo

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