RIO DE JAINERO.- Cuando faltan unas cuantas semanas para el inicio del Mundial Brasil 2014, los cariocas se encuentran listos para hacer de esta fiesta mundial del fútbol, un evento inolvidable.

Las 11 sedes están al punto y el Cristo Redentor de Río de Jaineiro, una escultura de 38 metros de altura, esculpida por el arquitecto Paul Landowski y considerada entre las nuevas siete maravillas del mundo moderno, abre sus brazos para recibir al mundo en esta magna justa deportiva internacional.

El Brasil del Carnaval, de la Samba y de los Milagros se reconoce y nace en el fútbol sóccer, El Pentacampeón (Mundiales de 1958, 1962, 1970, 1994 y 2002) y su gobierno busca hacar de este evento uno de los mejores de cuantos se hayan realizado.

Pero no todo es Miel sobre Hojuelas para los brasileños que en su historia futbolística vienen ‘cargando’ con la derrota propinada por Uruguay en el estadio Maracaná, un ‘fantasma’ del que tratarán de sobreponerse.

La otra realidad es el poderío de las nuevas y viejas potencias futbolísticas:

Las europeas (con España, Alemania, Italia, Portugal, Holanda e Inglaterra) frente a la fuerza física y velocidad de los equipos africanos (‘las gacelas’) emergentes o en surgimiento (Nigeria, Camerún y Ghana), de los países del Este (Rusia, Croacia y Bosnia) y la tradicional escuela Americana (Brasil, Argentina, Uruguay, Colombia, México y Ecuador), entre otros.

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