TIJUANA.- Andrew Tahmooresi, es un ex sargento estadounidense, originario de Tampa, Florida, quien el 31 de marzo cruzó la frontera de México portando 3 armas de fuego.
El ex combatiente de Afganistán, quien se encuentra arrestado en la prisión estatal del Hongo (en Tecate, Baja California) alega que se internó al vecino país por error, mientras congresistas federales (por el Partido Demócrata y Republicano) han enviado una carta al Secretario de Estado, John Kerry, demandándole su intervención en busca de que se le libere.
La sentencia de Tahmooresi está programada para el 28 de mayo próximo, y mientras su madre afirma que está afectado de sus facultades mentales, cerca de 20 mil ciudadanos estadounidenses han estampado su firma de apoyo al ex militar.
La madre del infante de Marina, Jill Tahmooresi, ha solicitado la gestión de la embajada de Estados Unidos en México, argumentando que su hijo se equivocó y no se dio cuenta que había rebasado la frontera sur.
Andrew regresó de Afganistán, hace cuatro años, y se mostraba entonces muy contento por la experiencia adquirida y por haber sido condecorado por sus servicios a la patria.
“Cuando él fue a la guerra, fue allí por elección y para servir a su país, como un patriota y un héroe, pero ahora está paralizado. Está lisiado mentalmente, está paralizado físicamente”, aseguró en declaraciones a la prensa Jill Tahmooresi.
Y precisó que su hijo sufre “de estrés postraumático (TEPT) y se pierde fácilmente. El me llamó para decirme mamá, me perdí, hice un giro equivocado y terminé en la frontera con México”.
De acuerdo con la mujer, sin siquiera saberlo, terminó con su vehículo que había rebasado la frontera sur de San Ysidro y se encontraba en la zona de internación a México, conocida como ‘El Chaparral’.
Sin embargo, el hecho ha provocado reacciones en algunos medios de comunicación mexicanos que recuerdan que cuando sus compatriotas son detenidos en circunstancias similares (con armamentos y hasta comida) en la garita estadounidense, “no tienen compasión de ellos, y nos les perdonan su equivocación”.
Incluso, un medio local da a conocer a manera de contraste, la lista de mexicanos que han sido ejecutados en territorio estadounidense, sin que a todos, afirma un artículo, se haya tenido completa evidencia de que son los responsables del delito que se les atribuyó.
Aunque la madre de familia afirmó que temía por la seguridad y la vida de su hijo al encontrarse en un reclusorio mexicano, el Cónsul General de Estados Unidos en Tijuana, Andrew Erickson, indicó que hasta ahora no hay evidencia de que los derechos humanos del ex militar hubieran sido vulnerados.
El diplomático dijo que se ha estado pendiente del caso y externó su confianza en que este incidente no afecte a las buenas relaciones que mantienen ambos países, que comparten una frontera común.
Horacio Rentería
Ellatinoonline.com