MORENO VALLEY, CA.- Gilberto Sandoval es un inmigrante mexicano que llegó a este país hace 40 años para trabajar en las faenas agrícolas y lograr su sueño de sacar adelante a su familia.
De entonces a la fecha, este hombre calificado por su familia y amigos “como una persona humilde, con un corazón muy grande y compasivo” se enfrenta a una ironía del destino: la necesidad urgentísima de contar con un trasplante de riñón, que sólo podría obtener en 5 o 6 años, cuando su vida se encuentra en serio riesgo.
Su esposa Leticia recuerda que la crisis para Gilberto comenzó en abril del año pasado al sufrir una parálisis del lado izquierdo del cuerpo que le ocasionó que los pies y rodillas se le hincharan, y en septiembre se le hospitalizara de emergencia.
Desde entonces a la actualidad, el padre de familia y quien había tenido su último trabajo como conductor de tráiler, ha tenido que sobrevivir mediante diálisis y “cada día está peor, pues no duerme durante la noche, a causa de sus fuertes dolores”.
Leticia Sandoval agregó que el riñón izquierdo se encuentra totalmente averiado y no responde, y solamente cumple su función una pequeña parte del derecho, que tiene que hacer el trabajo ante la inutilidad del vital órgano.
Indicó que aunque familiares y amigos han realizado eventos para recaudar fondos para tratar de comprar un riñón, pero hacerlo está prohibido y la única opción es un donador voluntario joven, (entre 16 y 40 años de edad), y aunque ella desearía donarle el suyo, además del requisito de compatibilidad se encuentra el límite de la edad, pues ya tiene 54 años y no podría hacerlo.
“Gilberto siempre fue un hombre muy dispuesto a enfrentar la vida, una persona muy responsable, que se levantaba muy temprano, podríamos decir que hasta abril del 2013 en que apareció la enfermedad; ahora lo veo un poco decaído y triste”, dijo la esposa en entrevista telefónica con El Latino.
Y en su propia voz Gilberto Sandoval explica lo que espera del público, ante pregunta específica: “yo espero que haya un corazón noble que se apiade de mí; aquí estoy en espera de alguien que se compadezca y se sensibilice de lo que significa estar enfermo, triste y no poder seguir trabajando, cuando fui tan sano”, dijo con la voz entrecortada.
Por su parte, su hija Isabel agradeció a El Latino que “se publique la historia de mi padre, pues todos deseamos que alguien, que entiende o que pasado por una situación igual pudiera donar un riñón”.
En un correo electrónico enviado al semanario, su sobrina Marisol del Toro describe a su tío como “la persona más compasiva y divertida que hemos conocido, muy dulce pues siempre se encuentra sonriendo a todo el mundo, que ha trabajado muy duro y puesto esfuerzo y dedicación para realizar sus metas, pero lo hizo por el amor que tiene a su familia”.
“Aunque fue una persona muy generosa ahora el necesita ayuda”, indicó.
La familia de Gilberto informó que para eventuales donadores o personas que pudieran orientarles sobre cómo pueden manejar esta difícil situación por la que están atravesando, favor llamarles a: (951) 965-2011 (Casa) o al (951) 214-3175 (Celular de su hija Isabel).
Horacio Rentería
Ellatinoonline.com