SAN DIEGO.- “Ellas son de El Salvador, son sobrevivientes. Si están aquí ya han pasado por mucho y sobrevivieron, por ello les doy la bienvenida”, dijo entre lágrimas la activista Maribel Solache, mientras abrazaba a la niñita Fátima, de 7 años de edad, y a su mamá, Ana.

“A los niños no les podemos cerrar la frontera. No hay que decirles, ‘vete de aquí, no te queremos’”, añadió Solache, en la Vigilia de Amor que se llevó a cabo en el Centro de San Diego el 9 de julio, a favor de extender ayuda humanitaria a familias centroamericanas, con pequeños, llegando al país.

Igual que otros manifestantes, Solache se vio muy conmovida con la presencia de Fátima y la señora Ana en la vigilia, quienes habían sido liberadas de un centro de detención ese mismo día.

Algunos cartelones de los más de 100 manifestantes en asistencia decían : “Bienvenido Hermano”, “Todos los niños merecen ser felices”, “Permítanles quedarse a los niños” ,“Amor-Dignidad y respeto para los niños” y “San Diego quiere a todos los niños”.

Enrique Morones, director de Ángeles de la Frontera, la organización de derechos de los inmigrantes ayudando a Ana y a Fátima, dijo que las llevó a la vigilia para demostrarles que contrario a Murrieta, San Diego si espera a los inmigrantes “con los brazos abiertos”.

El 1 de julio, cuando llegó a San Diego el primer grupo de inmigrantes, de centros de detención en Texas y se les intentó trasladar en autobuses a la estación de la Patrulla Fronteriza en Murrieta, cientos de manifestantes antiinmigrantes cortaron el acceso. Los buses no pudieron entrar al centro de detención.

“San Diego no es Murrieta”, resaltó Morones.

Sobre el haber sido liberada, Ana dijo en breve: “Me encuentro muy feliz, gracias a Dios”.

Y mientras ella presenciaba el acto de amor, la niñita Fátima, con una grande sonrisa en su carita, abrazaba su osito de peluche que le regalaron los Ángeles de la Frontera; parecía que le traía confort y calma.

“Con estos osos de peluche esperamos que Fátima y los demás niños inmigrantes llegando a San Diego se sientan apoyados, abrazados”, apuntó Solache.

Morones también informó que, mientras esperan ser citadas a corte por el Departamento de Inmigración, Fátima y su mamá viajarán hacia la costa este para reunirse con familiares que ya estaban en el país.

El osito de peluche que Fátima cargaba y abrazaba durante la Vigilia de Amor se le obsequió como parte de la campaña Operación Ositos de Peluche que están realizando los Ángeles de la Frontera.

Ernesto López

Ellatinoonline.com