SAN DIEGO.- Después de haber sido advertidos por agentes de policía, once manifestantes, trabajadores de comida rápida en San Diego, demandando salarios más altos fueron arrestados, el jueves 4 de septiembre en City Heights, “por disturbio y por bloquear temporalmente el tránsito vehicular” en University Avenue.

El Oficial Humberto Hernández, del Departamento de Policía de San Diego, explicó que las personas arrestadas fueron transportadas a una estación de policía comunitaria, se les dio una infracción y fueron puestas en libertad, con la promesa de presentarse en corte en una fecha próxima.

Esta protesta, en la que se congregaron unas 300 personas, incluyendo a figuras políticas de San Diego como la concejal Marti Emerald y la asambleísta Lorena González, fue parte del movimiento nacional “Lucha por $15” que inició en demanda de un salario mínimo federal de 15 dólares por hora.

El mismo día, otros cientos de trabajadores de restaurantes de comida rápida, como McDonalds, Burger King y Jack in The Box, alrededor del país fueron detenidos durante protestas en cerca de 100 ciudades, incluyendo Nueva York, Miami y Chicago.

La asambleísta González se reunió con los manifestantes antes de iniciar la marcha por University Avenue en la Ciudad de San Diego, entre Fairmount Avenue y la Autopista 15, y les expresó su solidaridad.

“Si se puede, si se puede”, González, dirigió en coro a los presentes.

“Estas compañías hacen billones de dólares en ganancias anualmente y no es justo que sus trabajadores tengan que solicitar asistencia pública porque no pueden vivir en nueve o diez dólares por hora”, añadió.

Entre los 11 detenidos, los cuales en su mayoría eran jóvenes adultos, estaba la Reverenda Beth Johnson, del Centro Interreligioso por la Justicia Laboral en San Diego.

Esposada y mientras era escoltada hacia el coche policiaco ella dijo, al ser cuestionada por El latino San Diego, que su acto de desobediencia “valió la pena porque lo hizo en respaldo a los millones de trabajadores en el país que se merecen salarios más altos”.

“Yo honro y respeto su labor”, añadió.

Maribel Sosa, madre de familia de 30 años de edad y trabajadora de Burger King, dijo que se merece 15 dólares la hora porque el trabajo que realiza “es muy pesado” y en ocasiones hace el trabajo de tres personas. Además le ayudaría a cubrir más de sus gastos.

“Me gustaría tener la facilidad de comprarle zapatos y ropa a mis dos hijas cuando lo necesiten, con mi salario actual tengo que decidir entre comprarles ropa y zapatos o comprar comida, o pagar mis cuentas, aparte la renta”, comentó Sosa.

En un discurso en el Día del Trabajo, el 1 de septiembre, el presidente Obama informó que presionará al Congreso para aumentar el salario mínimo.

“No se puede negar la verdad: Estados Unidos se merece un aumento de sueldo”, expresó Obama.