SAN DIEGO.- Gustavo Valenzuela es un hombre de 64 años edad, quien afirma que se enfrenta a problemas de salud, y pese a su crítica situación y a la depresión que ello le genera, le han retenido su silla eléctrica en una casa de cuidados para personas de la tercera edad.
El como miles de latinos mayores alegan ser víctimas de presión por parte de administradores de viviendas, y su condición fue puesta de manifiesto en la reciente reunión de AARP, efectuada en San Diego.
Gustavo, quien fue hospitalizado a consecuencia de una neumonía que le aqueja, dijo en llamada desesperada a El Latino que cuando pidió su silla –la cual considera un apoyo invaluable frente a su condición- alguien le aseguró que se la entregarán en varias semanas ya que le hicieron varios arreglos.
Pero aseguró que otra persona le dijo que se encontraba fuera de la Nursery Home, localizado en Parkway Hills, en la ciudad de La Mesa.
Relató que todo comenzó el pasado 7 de agosto cuando viajaba a bordo de su silla en el Trolley de San Diego, “pero cuando estaba en la calle 12 e Imperial me puse mal, y fue atendido por paramédicos de una ambulancia y elementos de Bomberos”.
Después de que se le ofreciera atención médica, le hablaron a otro servicio, quien lo trasladó al Nursery Home, donde residía, pero al tener que ir a recibir atención en el hospital, ya no le entregarían su silla eléctrica.
Al señalar, jadeante, que la respuesta que le dieron es que las llantas estaban ponchadas y las tenían que arreglar, “yo les respondí, mira yo prefiero pagar la llanta porque me urge”.
Valenzuela dijo que este centro de atención privado es administrado como muchos de los que operan en el condado de San Diego, por personas de ascendencia filipina, “y creo que lo que querían es que no me fuera de ahí, pero no aguante más y me salí”.
Horacio Rentería
Ellatinoonline.com