El 80 por ciento de las personas afectadas por lumbalgia, trastornos dorsales, afirma que, en la esfera sexual, su vida se ha visto afectada por el dolor, informa a Efe la doctora Jenny Moix, profesora titular del Grupo de investigación en Estrés y Salud, de la Facultad de Psicología, de la Universidad Autónoma de Barcelona.

Las principales quejas de los afectados son dos: tienen miedo de que el dolor les aumente durante o tras la actividad sexual y sufren un descenso de su deseo, señala Moix, autora del libro “Cara a cara con tu dolor”.

Por su parte, Ata Pouramini, doctor en quiropráctica en Valencia, dice que “el dolor crónico de la espalda no tiene que terminar con una vida sexual activa, ya que tiene solución.

“La mayoría de mis pacientes, que han tenido dificultades sexuales, las han resuelto con los cuidados quiroprácticos”, agregó.

¿EL DOLOR, ENEMIGO DEL AMOR?

“Muchas parejas pueden permanecer célibes porque una noche de amor puede llevar a uno de sus miembros a meses de agonía en la espalda”, según Stuart McGill, profesor en la Facultad de Ciencias Aplicadas de la Salud, de Waterloo.

La investigación de McGill ha desvelado que, contrariamente a la creencia popular, utilizar la “posición de la cuchara” al hacer el amor, en realidad puede desencadenar más dolor en aquellos hombres que sufren ciertos tipos de problemas en la zona baja de la espalda.

El atlas que están desarrollando los investigadores de Waterloo recomienda a los hombres que son intolerantes a la flexión, cuyo dolor de espalda se agrava al tocar sus dedos del pie o sentarse durante largos periodos de tiempo, que sustituyan “la cuchara” por la posición “estilo perrito”.

La guía también recomienda a estos hombres que, durante el encuentro sexual, utilicen para empujar un movimiento basado en la cadera y sus articulaciones. En cambio, para aquellos hombres diagnosticados como intolerantes a la extensión, que experimentan dolor cuando arquean su espalda, es más aconsejable el uso de las posiciones “del misionero” o “de la cuchara”.

NO RENUNCIE AL SEXO

El quiropráctico Ata Pouramini aporta algunas claves prácticas para evitar que el dolor de espalda arruine nuestra vida sexual:

  • Antes de hacer el amor, una ducha muy caliente puede relajar los músculos y aliviar los síntomas temporalmente.

  • Aplicar hielo en la zona dolorida, con un trapo y durante no más de diez minutos, después de hacer el amor puede bajar la inflamación.

  • Hay que saber cuándo parar; si duele, mejor dejar la actividad sexual.

  • Aunque no duela, no hay que excederse si se tienen problemas de espalda habitualmente, porque el dolor puede venir después.

  • Las personas con hernias discales es mejor que se tumben boca arriba e incluso pueden poner una almohada pequeña debajo de sus lumbares y rodillas para quitar la presión sobre la espalda.