Apaga el teléfono móvil por la noche? Cuántas horas pasa cada día conectado a Internet? Es capaz de programar sin dificultades el aparato grabador de vídeo? Las respuestas a estas y otras preguntas indican si hacemos un uso adecuado de las nuevas tecnologías y si podemos manejarlas correctamente.
Los avances tecnológicos nos permiten comunicarnos de forma muy eficiente, trabajar de manera deslocalizada y, en general, hacen nuestra vida más fácil. Pero, aparte de sus evidentes ventajas, también pueden originar problemas de estrés.
TECNODEPENDENCIA
Por otro lado, el tecnoestrÈs también alude a la dependencia que generan los dispositivos tecnológicos. Nos facilitan la comunicación, el trabajo deslocalizado y el ocio, pero no podemos estar enganchados permanentemente a esas demandas porque nuestro cuerpo y nuestra mente necesitan dormir un promedio de ocho horas al día, indica el psicólogo Antonio Cano Vindel, presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés..
El doctor advierte que las posibilidades que nos brinda el desarrollo tecnológico moderno pueden acabar con nuestro descanso si no las manejamos adecuadamente.
En este sentido, Russell Johnson, profesor de la Universidad Estatal de Michigan, considera que los “smartphones” están casi perfectamente diseñados para perturbar el sueño.
La razón, según explica Johnson, es que estos dispositivos nos mantienen mentalmente ocupados por las noches hasta tarde y dificultan que podamos desconectar del trabajo, relajarnos y quedarnos dormidos.
En dos estudios basados en encuestas a un amplio espectro de trabajadores estadounidenses, Johnson y otros investigadores hallaron que, quienes utilizaban sus teléfonos inteligentes por motivos laborales después de las nueve de la noche, al día siguiente estaban más cansados y menos comprometidos con el trabajo.
De igual modo, el doctor Cano Vindel explica que si una persona no descansa, puede acabar desarrollando trastornos de salud de tipo cardiovascular, de sueño y problemas relacionados con una alta activación fisiológica.
Además, destaca que también pueden producirse problemas de salud mental.
LAS RELACIONES PERSONALES SE PUEDEN DETERIORAR
El experto subraya que las relaciones personales pueden sufrir un deterioro asociado al tecnoestrés en varios sentidos.
Aunque las nuevas tecnologías nos facilitan la vida, también pueden ocasionar malestar. Y ese malestar, ya sea físico o psicológico, puede afectar a la relación que tenemos con las personas de nuestro entorno.
Esto ocurre, según explica el doctor Cano, porque quienes tienen estrés, en general, van a estar más irritables. Por lo tanto, la comunicación se va a ver alterada de manera negativa por esa tendencia a estar más enfadados, comenta.
Además, señala que cuando alguien está nervioso, las personas de su entorno se contagian de ese nerviosismo, experimentan más estrés y están más irritables.
Para poner freno a todos estos problemas, el especialista indica que, por un lado, debemos tener una actitud abierta al conocimiento de las nuevas tecnologías, sobre todo de sus aspectos positivos.
Pero, por otro lado, tenemos que poner límites para no caer en un abuso de esas nuevas tecnologías que nos lleve a no desconectar, a desarrollar problemas de adicción, de estrés, de ansiedad, etc.
Hay que poner límites al trabajo, al número de horas con estos aparatos y a su uso en determinadas situaciones. No puede ser que hayamos quedado con unos amigos en vivo y en directo y dediquemos ese tiempo a chatear con otros que están lejos, pues eso deteriora la relación con las personas con las que estamos físicamente, puntualiza.
Asimismo, hace hincapié en la necesidad de poner límites al tiempo que los niños pasan jugando con el ordenador, con videoconsolas, viendo la televisión o utilizando otros dispositivos.
Si no lo hacemos, nuestros hijos se van a resentir ya que pueden presentar problemas de rendimiento escolar derivados de una adicción a las nuevas tecnologías. También puede producirse un creciente aislamiento o falta de comunicación e, incluso, una fobia social, comenta.
El especialista destaca que debemos aplicar el sentido común para prevenir estos síntomas y trastornos. “Hay que usar las nuevas tecnologías de manera que nos faciliten la vida y no nos pasen factura”, concluye el experto.
EFE
Ellatinoonline.com